1 Então, em 17 de outubro desse mesmo ano, o Senhor transmitiu outra mensagem por meio do profeta Ageu: 2 "Diga ao governador de Judá, Zorobabel, filho de Sealtiel, e ao sumo sacerdote Josué, filho de Jeozadaque, e ao remanescente do povo: 3 ‘Algum de vocês se lembra deste templo em sua antiga glória? Como ele lhes parece agora, em comparação com o anterior? Deve parecer insignificante! 4 Mas assim diz o Senhor: Seja forte, Zorobabel! Seja forte, sumo sacerdote Josué, filho de Jeozadaque! Sejam fortes, todos vocês que restam na terra! Mãos à obra, pois eu estou com vocês, diz o Senhor dos Exércitos. 5 Meu Espírito habita em seu meio, como prometi quando vocês saíram do Egito. Portanto, não tenham medo’.
6 "Pois assim diz o Senhor dos Exércitos: Em pouco tempo sacudirei novamente os céus e a terra, os mares e a terra seca. 7 Sacudirei todas as nações, e os tesouros das nações virão para este templo. Encherei este lugar de glória, diz o Senhor dos Exércitos. 8 A prata e o ouro me pertencem, diz o Senhor dos Exércitos. 9 A glória deste novo templo será maior que a glória do antigo, diz o Senhor dos Exércitos, e neste lugar estabelecerei a paz. Eu, o Senhor dos Exércitos, falei!".
10 Em 18 de dezembro do segundo ano do reinado de Dario, o Senhor enviou esta mensagem ao profeta Ageu: 11 "Assim diz o Senhor dos Exércitos. Pergunte aos sacerdotes sobre a lei: 12 ‘Se alguém levar em sua roupa a carne consagrada de um sacrifício, e se, por acaso, a roupa tocar num pão, num ensopado, em vinho, em azeite ou em qualquer outro tipo de alimento, esse alimento também se tornará consagrado?’".
"Não", responderam os sacerdotes.
13 Em seguida, Ageu perguntou: "Se alguém se tornar cerimonialmente impuro ao tocar num cadáver e depois tocar num desses alimentos, o alimento ficará contaminado?".
"Sim", responderam os sacerdotes.
14 Então Ageu disse: "É o que acontece com este povo e com esta nação, diz o Senhor. Tudo que fazem e oferecem é contaminado por seu pecado. 15 Vejam o que estava acontecendo com vocês antes de começarem a lançar os alicerces do templo do Senhor. 16 Quando esperavam uma colheita de vinte medidas, colhiam apenas dez. Quando esperavam tirar cinquenta medidas da prensa de uvas, tiravam apenas vinte. 17 Enviei ferrugem, mofo e granizo para destruir tudo que vocês trabalharam para produzir. E, no entanto, vocês não voltaram para mim, diz o Senhor.
18 "Pensem neste 18 de dezembro, o dia em que foram lançados os alicerces do templo do Senhor. Sim, pensem bem. 19 Eu lhes faço uma promessa agora, enquanto a semente ainda está no celeiro e suas videiras, figueiras, romãzeiras e oliveiras ainda não deram frutos. Mas, de hoje em diante, eu os abençoarei".
20 Naquele mesmo dia, 18 de dezembro, o Senhor enviou mais uma mensagem a Ageu: 21 "Diga ao governador de Judá, Zorobabel, que estou prestes a sacudir os céus e a terra. 22 Derrubarei tronos e destruirei o poder de reinos estrangeiros. Derrubarei os carros de guerra e seus condutores; os cavalos cairão, e seus cavaleiros matarão uns aos outros.
23 "Naquele dia, diz o Senhor dos Exércitos, honrarei você, meu servo Zorobabel, filho de Sealtiel. Farei que você seja como um anel de selar em meu dedo, diz o Senhor, pois eu o escolhi. Eu, o Senhor dos Exércitos, falei!".
1 En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra del SEÑOR por mano del profeta Hageo, diciendo:
2 Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Jud, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al remanente del pueblo, diciendo:
3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta Casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dijo el SEÑOR; esfuérzate también Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote; y esfuérzate todo el pueblo de esta tierra, dijo el SEÑOR, y obrad; porque Yo soy con vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
5 La palabra que concerté con vosotros en vuestra salida de Egipto, y mi Espíritu est en medio de vosotros; no tem is.
6 Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, y el mar y la tierra seca;
7 y haré temblar a todos los gentiles, y vendr el Deseado de todos los gentiles; y llenaré esta casa de gloria, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
9 La gloria de esta Casa postrera ser mayor que la de la primera, dijo el SEÑOR de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
10 A los veinticuatro del noveno mes , en el segundo año de Darío, vino palabra del SEÑOR por mano del profeta Hageo, diciendo:
11 Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Ahora pregunta a los sacerdotes acerca de la ley , diciendo:
12 Si llevare alguno las carnes sagradas en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare el pan, o la vianda, o el vino, o el aceite, u otra comida cualquiera, ¿ser santificada? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No.
13 Y dijo Hageo: Si algún inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de éstas, ¿ser inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda ser.
14 Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo, y esta gente, delante de mí, dijo el SEÑOR; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
15 Ahora, pues, poned vuestro corazón desde este día en adelante. Antes que pusiesen piedra sobre piedra en el Templo del SEÑOR.
16 Antes que fuesen estas cosas , venían al montón de veinte efas , y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta c ntaros del lagar, y había veinte.
17 Os herí con viento solano, y con tizoncillo, y con granizo a vosotros , y en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dijo el SEÑOR.
18 Pues, poned ahora, vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, que es desde el día que se echó el cimiento al Templo del SEÑOR; poned vuestro corazón.
19 ¿Aún no est la simiente en el granero? Ni aún la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el rbol de la oliva ha florecido todavía; mas desde este día daré bendición.
20 Y vino segunda vez palabra del SEÑOR a Hageo, a los veinticuatro del mismo mes, diciendo:
21 Habla a Zorobabel, gobernador de Jud, diciendo: Yo hago temblar los cielos y la tierra;
22 Y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de los gentiles; y trastornaré el carro, y los que en él suben; y vendr n abajo los caballos, y los que en ellos suben, cada cual por la espada de su hermano.
23 En aquel día, dijo el SEÑOR de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío, dijo el SEÑOR, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice el SEÑOR de los ejércitos.