1 Em 3 de fevereiro, no décimo segundo ano do exílio do rei Joaquim, recebi esta mensagem do Senhor: 2 "Filho do homem, Tiro se alegrou com a queda de Jerusalém e disse: ‘Ah! Aquela que era a porta para as mais prósperas rotas comerciais do leste foi quebrada, e agora é minha vez! Porque ela está desolada, eu ficarei rico!’.
3 "Portanto, assim diz o Senhor Soberano: Ó cidade de Tiro, sou seu inimigo e trarei muitas nações contra você, como ondas do mar que quebram em suas praias. 4 Elas destruirão os muros de Tiro e derrubarão suas torres. Eu rasparei seu solo até torná-lo rocha bruta! 5 Será apenas uma rocha no mar, um lugar para os pescadores estenderem suas redes, pois eu falei, diz o Senhor Soberano. Tiro se tornará presa de muitas nações, 6 e seus povoados no continente serão destruídos pela espada. Então eles saberão que eu sou o Senhor.
7 "Assim diz o Senhor Soberano: Do norte trarei contra Tiro o rei da Babilônia, Nabucodonosor. Ele é rei de reis e virá com seus cavalos, seus carros de guerra e condutores, e com um grande exército. 8 Primeiro ele destruirá os povoados no continente, e depois, para atacá-la, construirá um muro de cerco e uma rampa e levantará uma barreira de escudos contra você. 9 Usará troncos para atacar seus muros e demolirá suas torres com marretas. 10 Os cascos dos cavalos dele encherão a cidade de poeira, e o barulho dos condutores e dos carros de guerra fará estremecer os muros quando passarem por suas portas quebradas. 11 Os cavaleiros pisotearão todas as ruas da cidade. Matarão seu povo à espada, e suas fortes colunas cairão.
12 "Saquearão todas as suas riquezas e mercadorias e derrubarão seus muros. Destruirão suas lindas casas e lançarão ao mar suas pedras, suas vigas de madeira e até mesmo seu pó. 13 Acabarei com a música de seus cânticos, e não se ouvirá mais o som da harpa no meio de seu povo. 14 Transformarei sua ilha em rocha bruta, um lugar para os pescadores estenderem suas redes. Você jamais será reconstruída, pois eu, o Senhor, falei. Sim, o Senhor Soberano falou!"
15 "Assim diz o Senhor Soberano à cidade de Tiro: Todo o litoral estremecerá com o estrondo de sua queda, enquanto os feridos gemem durante a matança. 16 Os governantes das cidades portuárias descerão de seus tronos e removerão seus mantos e suas belas roupas. Sentarão no chão, tremendo de pavor por causa de sua destruição. 17 Lamentarão por você e entoarão este cântico fúnebre:
"Ó famosa cidade da ilha,
que governava o mar,
como você foi destruída!
Seus habitantes, com poder naval,
espalhavam medo por todo o mundo.
18 Agora, as regiões litorâneas estremecem com sua queda;
as ilhas se apavoram diante de sua ruína.
19 "Assim diz o Senhor Soberano: Transformarei Tiro em ruínas desabitadas, como muitas outras. Eu a sepultarei debaixo das ondas terríveis, e grandes mares a engolirão. 20 Eu a enviarei à cova, para juntar-se àqueles que desceram até lá há muito tempo. Sua cidade permanecerá em ruínas, sepultada debaixo da terra, como aqueles que estão na cova, que entraram no mundo dos mortos. Você já não terá lugar na terra dos vivos. 21 Eu lhe darei um fim terrível, e você deixará de existir. Procurarão por você, mas nunca mais a encontrarão. Eu, o Senhor Soberano, falei!".
1 Y aconteció en el undécimo año, en el primero del mes, que vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:
2 Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: Ea, bien ; quebrantado es el puerto de los pueblos; a mí se volvió; seré llena; y ella desierta;
3 por tanto, así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus ondas.
4 Y demolerán los muros de Tiro, y destruirán sus torres; y sacaré de ella su tierra, y la dejaré como una piedra lisa.
5 Tendedero de redes será en medio del mar, porque yo he hablado, dijo el Señor DIOS: y será saqueada por los gentiles.
6 Y sus hijas que están en el campo, serán muertas a cuchillo; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
7 Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí que del aquilón traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y caballeros, y compañías, y mucho pueblo.
8 A tus hijas que están en el campo matará a cuchillo; y pondrá contra ti ingenios, y fundará contra ti baluarte, y afirmará contra ti escudo.
9 Y pondrá contra ella arietes, contra tus muros, y tus torres destruirá con sus martillos.
10 Con la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de los caballeros, y de las ruedas, y de los carros, temblarán tus muros, cuando entrare por tus puertas como por portillos de ciudad destruida.
11 Con los cascos de sus caballos hollará todas tus plazas; a tu pueblo matará a cuchillo, y las estatuas de tu fortaleza caerán a tierra.
12 Y robarán tus riquezas, y saquearán tus mercaderías; y arruinarán tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu tierra en medio de las aguas.
13 Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus vihuelas.
14 Y te pondré como una piedra lisa; tendedero de redes serás; ni nunca más serás edificada; porque yo, el SEÑOR, he hablado, dijo el Señor DIOS.
15 Así dijo el Señor DIOS a Tiro: Ciertamente del estruendo de tu caída, cuando gritarán los heridos, cuando se hará la matanza en medio de ti, las islas temblarán.
16 Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se quitarán sus mantos, y desnudarán sus bordadas ropas; de espanto se vestirán, se sentarán sobre la tierra, y temblarán a cada momento, y estarán atónitos sobre ti.
17 Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada en los mares? Ciudad que fue alabada, que fue fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que ponían su espanto a todos sus moradores.
18 Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en el mar se espantarán de tu fin.
19 Porque así dijo el Señor DIOS: Yo te tornaré ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán.
20 Y te haré descender con los que descienden al sepulcro, con el pueblo del siglo; y te pondré en lo más bajo de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada; y yo daré gloria en la tierra de los vivientes.
21 Yo te tornaré en nada, y no serás; y serás buscada, y nunca más serás hallada, dijo el Señor DIOS.