1 Em 17 de setembro, no sexto ano do exílio do rei Joaquim, enquanto as autoridades de Judá estavam em minha casa, a mão do Senhor Soberano veio sobre mim. 2 Vi uma figura semelhante a um homem: da cintura para baixo, parecia uma chama ardente, e, da cintura para cima, tinha a aparência de âmbar reluzente. 3 Ele estendeu algo que parecia uma mão e me pegou pelos cabelos. Então o Espírito me elevou entre a terra e o céu e me transportou para Jerusalém, numa visão dada por Deus. Fui levado à porta norte do pátio interno do templo, onde havia um ídolo que provocou o ciúme do Senhor. 4 De repente, estava ali a glória do Deus de Israel, como eu tinha visto antes no vale.
5 Então o Senhor me disse: "Filho do homem, olhe para o norte". Olhei para o norte e ali, perto da entrada da porta junto ao altar, estava o ídolo que havia provocado o ciúme do Senhor.
6 "Filho do homem", disse ele, "você vê o que estão fazendo? Vê os pecados detestáveis que o povo de Israel comete para me afastar de meu templo? Venha, e eu lhe mostrarei pecados ainda mais detestáveis que estes!" 7 Então ele me levou à porta do pátio do templo, onde vi um buraco no muro. 8 Disse-me: "Agora, filho do homem, cave no muro". Cavei no muro e encontrei uma passagem escondida.
9 "Entre", disse ele, "e veja os pecados perversos e detestáveis que cometem ali!" 10 Entrei e vi as paredes cobertas de desenhos de toda espécie de animal que rasteja e de criaturas detestáveis. Também vi diversos ídolos adorados pelos israelitas. 11 Estavam ali setenta autoridades de Israel, e no meio estava Jazanias, filho de Safã. Cada um deles segurava um incensário do qual subia uma nuvem de incenso.
12 Então o Senhor me disse: "Filho do homem, você vê o que as autoridades de Israel fazem com seus ídolos em salas escuras? Dizem: ‘O Senhor não nos vê; o Senhor abandonou nossa terra!’". 13 E acrescentou: "Venha, e eu lhe mostrarei pecados ainda mais detestáveis que estes!".
14 Em seguida, levou-me até a porta norte do templo do Senhor, onde algumas mulheres estavam sentadas chorando pelo deus Tamuz. 15 "Filho do homem, você vê isso?", ele perguntou. "Venha, e eu lhe mostrarei pecados ainda mais detestáveis que estes!"
16 Em seguida, levou-me para o pátio interno do templo do Senhor. Na entrada do templo, entre o pórtico e o altar, havia cerca de 25 homens com as costas para o templo do Senhor. Estavam voltados para o leste, prostrados no chão, e adoravam o sol.
17 "Filho do homem, você vê isso?", perguntou ele. "Será que não significa nada para o povo de Judá cometer esses pecados detestáveis que levam a nação inteira à violência, que a fazem zombar de mim e provocar minha ira? 18 Por isso responderei com fúria. Não os pouparei nem terei piedade. Mesmo que clamem bem alto, não os ouvirei."
1 Y aconteció en el sexto año, en el mes sexto, a los cinco del mes, que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí cayó sobre mí la mano del Señor DIOS.
2 Y miré, y he aquí una semejanza que parecía de fuego; desde donde parecían sus lomos para abajo, era fuego; y desde sus lomos para arriba parecía como un resplandor, como la vista de ámbar.
3 Y aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el aquilón, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.
4 Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.
5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos camino del aquilón. Y alcé mis ojos camino del aquilón, y he aquí al aquilón, junto a la puerta del altar, la imagen del celo en la entrada.
6 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la Casa de Israel hace aquí, para alejarme de mi Santuario? Mas vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.
7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí un agujero que estaba en la pared.
8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta.
9 Y me dijo: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí.
10 Y entré, y miré, y he aquí imágenes de todas serpientes, y animales; la abominación, y todos los ídolos de la Casa de Israel, que estaban pintados en la pared alrededor.
11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la Casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán estaba en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y del sahumerio subía espesura de niebla.
12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la Casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas? Porque dicen ellos : No nos ve el SEÑOR; el SEÑOR ha dejado la tierra.
13 Y me dijo: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos.
14 Y me llevó a la entrada de la puerta de la Casa del SEÑOR, que está al aquilón; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz.
15 Y me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que éstas.
16 Y me metió en el atrio de adentro de la Casa del SEÑOR; y he aquí junto a la entrada del Templo del SEÑOR, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al Templo del SEÑOR y sus rostros al oriente, y se encorvaban al nacimiento del sol.
17 Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la Casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado la tierra de maldad, y se tornaron a irritarme, he aquí que ponen hedor a mis narices.
18 Pues también yo haré en mi furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.