1 "Grite alto, com todas as suas forças!
Grite alto, como o som da trombeta!
Fale ao meu povo, Israel,
sobre sua rebeldia e seus pecados!
2 Apesar disso, agem como se fossem piedosos!
Vêm ao templo todos os dias
e parecem ter prazer em aprender a meu respeito.
Agem como nação justa
que jamais abandonaria as leis de seu Deus.
Pedem que eu atue em favor deles
e fingem querer estar perto de mim.
3 Dizem: ‘Jejuamos diante de ti!
Por que não prestas atenção?
Nós nos humilhamos com severidade,
e tu nem reparas!’.
"Vou lhes dizer por quê", eu respondo.
"É porque jejuam para satisfazer a si mesmos.
Enquanto isso,
oprimem seus empregados.
4 De que adianta jejuar,
se continuam a brigar e discutir?
Com esse tipo de jejum,
não ouvirei suas orações.
5 Vocês se humilham
ao cumprir os rituais:
curvam a cabeça,
como junco ao vento,
vestem-se de pano de saco
e cobrem-se de cinzas.
É isso que chamam de jejum?
Acreditam mesmo que agradará o Senhor?
6 "Este é o tipo de jejum que desejo:
Soltem os que foram presos injustamente,
aliviem as cargas de seus empregados.
Libertem os oprimidos,
removam as correntes que prendem as pessoas.
7 Repartam seu alimento com os famintos,
ofereçam abrigo aos que não têm casa.
Deem roupas aos que precisam,
não se escondam dos que carecem de ajuda.
8 "Então sua luz virá como o amanhecer,
e suas feridas sararão num instante.
Sua justiça os conduzirá adiante,
e a glória do Senhor os protegerá na retaguarda.
9 Então vocês clamarão, e o Senhor responderá.
‘Aqui estou’, ele dirá.
"Removam o jugo pesado de opressão,
parem de fazer acusações e espalhar boatos maldosos.
10 Deem alimento aos famintos
e ajudem os aflitos.
Então sua luz brilhará na escuridão,
e a escuridão ao redor se tornará clara como o meio-dia.
11 O Senhor os guiará continuamente,
lhes dará água quando tiverem sede
e restaurará suas forças.
Vocês serão como um jardim bem regado,
como a fonte que não para de jorrar.
12 Reconstruirão as ruínas desertas de suas cidades
e serão conhecidos como reparadores de muros
e restauradores de ruas e casas.
13 "Guardem o sábado como dia santo;
não usem esse dia para cuidar de seus interesses.
Desfrutem o sábado
e falem dele com prazer, como dia santo do Senhor.
Honrem o sábado com tudo que fizerem nesse dia;
não sigam seus desejos, nem falem coisas inúteis.
14 Então o Senhor será sua alegria;
grande honra lhes darei
e os sustentarei com a propriedade que prometi a seu antepassado Jacó.
Eu, o Senhor, falei!"
1 Clama a alta voz, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y predicad a mi pueblo su rebelión; y a la casa de Jacob su pecado.
2 Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado el derecho de su Dios; pregúntanme derechos de justicia, y quieren acercarse a Dios.
3 ¿Por qué, dicen , ayunamos, y no hiciste caso? ¿Humillamos nuestras almas, y no lo supiste? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis lo que queréis; y todos demandáis vuestras haciendas.
4 He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente. No ayunéis como hasta aquí, para que vuestra voz sea oída en lo alto.
5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí? ¿Para que el hombre aflija su alma? ¿Que encorve su cabeza, como junco; y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable al SEÑOR?
6 ¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar los líos de impiedad, deshacer los haces de opresión, y soltar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?
7 Que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras; y no te escondas de tu hermano.
8 Entonces nacerá tu luz, como el alba; y tu sanidad reverdecerá presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del SEÑOR te recogerá.
9 Entonces invocarás, y oirás al SEÑOR; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad:
10 Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía;
11 y el SEÑOR te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
12 Y edificarán de ti los desiertos antiguos, los cimientos caídos de generación y generación levantarás; y serás llamado Reparador de portillos, Restaurador de calzadas para habitar.
13 Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso día del SEÑOR, y lo venerares no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras.
14 Entonces te deleitarás en el SEÑOR: y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te haré comer la heredad de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR ha hablado.