1 O Senhor diz:
"Estava pronto para atender, mas ninguém pediu ajuda;
estava pronto para ser encontrado, mas ninguém me procurou.
A uma nação que não invocava meu nome,
eu disse: ‘Aqui estou! Aqui estou!’.
2 O dia todo abri os braços para um povo rebelde,
mas eles seguiram seus caminhos perversos
e suas ideias distorcidas.
3 O dia todo me insultam abertamente,
ao adorarem ídolos em seus jardins
e queimarem incenso em seus altares.
4 À noite, andam no meio das sepulturas
e consultam os mortos.
Comem carne de porco
e fazem ensopados com outros alimentos proibidos.
5 Apesar disso, dizem uns aos outros:
‘Não se aproxime, pois vai me contaminar!
Sou mais santo que você!’.
Essa gente é fedor em minhas narinas,
fumaça irritante que nunca passa.
6 "Vejam, meu decreto está escrito diante de mim:
Não permanecerei calado;
retribuirei conforme merecem!
Sim, eu lhes darei o que merecem,
7 tanto por seus pecados
como pelos pecados de seus antepassados",
diz o Senhor.
"Pois eles também queimaram incenso nos montes
e me insultaram nas colinas;
eu lhes darei o que merecem!
8 "Contudo, não destruirei todos eles",
diz o Senhor.
"É possível encontrar uvas boas num cacho de uvas podres;
pois alguém dirá: ‘Não jogue todas fora,
algumas ainda estão boas!’.
Assim também não destruirei todo o Israel,
pois ainda tenho ali servos fiéis.
9 Preservarei um remanescente do povo de Israel
e de Judá para possuir minha terra.
Aqueles que eu escolhi a herdarão,
e meus servos ali habitarão.
10 A planície de Sarom voltará a ficar cheia de rebanhos
para meu povo que me buscou,
e o vale de Acor servirá de pasto para o gado.
11 "Mas, porque vocês abandonaram o Senhor
e se esqueceram de seu santo monte,
e porque prepararam banquetes para honrar a deusa Sorte
e oferecer vinho misturado ao deus Destino,
12 hoje eu os destinarei à espada;
todos vocês se curvarão diante do carrasco.
Pois, quando chamei, não responderam;
quando falei, não ouviram.
Praticaram o mal, bem diante dos meus olhos,
e escolheram fazer o que desprezo."
13 Portanto, assim diz o Senhor Soberano:
"Meus servos comerão,
mas vocês passarão fome.
Meus servos beberão,
mas vocês terão sede.
Meus servos se alegrarão,
mas vocês serão humilhados.
14 Meus servos cantarão de alegria,
mas vocês gritarão de tristeza e desespero.
15 Seu nome será maldição entre meu povo escolhido,
pois o Senhor Soberano os destruirá
e chamará seus servos por outro nome.
16 Todos que pedem uma bênção ou fazem um juramento
o farão pelo Deus da verdade.
Pois deixarei de lado minha ira
e me esquecerei das maldades cometidas no passado.
17 "Vejam! Crio novos céus e nova terra,
e ninguém mais pensará nas coisas passadas.
18 Alegrem-se e exultem para sempre em minha criação!
Vejam! Criarei Jerusalém para ser um lugar de celebração;
seu povo será fonte de alegria.
19 Eu me alegrarei por Jerusalém
e terei prazer em meu povo.
Nela não se ouvirá mais
o som de pranto e clamor.
20 "Nunca mais morrerão bebês de poucos dias,
nunca mais morrerão adultos antes de terem uma vida plena.
Ninguém mais será considerado velho aos cem anos;
somente os amaldiçoados morrerão jovens.
21 Naqueles dias, habitarão nas casas que construíram
e comerão dos frutos de suas próprias videiras.
22 Invasores não habitarão em suas casas,
nem lhes tomarão suas videiras.
Pois meu povo terá vida longa como as árvores;
meus escolhidos terão tempo para desfrutar
tudo que conseguiram com grande esforço.
23 Não trabalharão inutilmente,
e seus filhos não serão condenados à desgraça.
Pois são um povo abençoado pelo Senhor,
e seus filhos também serão abençoados.
24 Eu os atenderei antes mesmo de clamarem a mim;
enquanto ainda estiverem falando de suas necessidades,
responderei a suas orações!
25 O lobo e o cordeiro comerão juntos,
o leão se alimentará de palha como o boi,
mas as serpentes comerão pó.
Em meu santo monte, ninguém será ferido nem destruído;
eu, o Senhor falei!".
1 Fui buscado de los que no preguntaban por mí ; fui hallado de los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.
2 Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos;
3 pueblo, que en mi cara me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y haciendo perfume sobre ladrillos.
4 Que se quedan a dormir en los sepulcros, y en los desiertos tienen la noche; que comen carne de puerco, y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas;
5 que dicen: Estate en tu lugar, no te llegues a mí, que soy más santo que tú. Estos son humo en mi furor, fuego que arde todo el día.
6 He aquí, que escrito está delante de mí; no callaré, antes daré, y pagaré en su seno.
7 Por vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice el SEÑOR: que hicieron perfume sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.
8 Así dijo el SEÑOR: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo eches a mal, que bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo echaré a perder todo.
9 Mas sacaré simiente de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí.
10 Y será Sarón para habitación de ovejas, y el valle de Acor para majada de vacas a mi pueblo, que me buscó.
11 Mas vosotros que dejáis al SEÑOR, que olvidáis el monte de mi santidad, que ponéis mesa a la fortuna, y suministráis libaciones para el destino;
12 yo también os destinaré al cuchillo, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oisteis; sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que a mí me desagrada.
13 Por tanto, así dijo el Señor DIOS: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre. He aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí, que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados;
14 he aquí, que mis siervos jubilarán por la alegría del corazón, y vosotros clamaréis por el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis.
15 Y dejaréis vuestro nombre por maldición a mis escogidos, y el Señor DIOS te matará, y a sus siervos llamará por otro nombre.
16 El que se echare bendición en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos.
17 Porque he aquí, que yo creo nuevos cielos y nueva tierra. De lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.
18 Mas os gozaréis y os alegraréis por siglo de siglo en las cosas que yo crearé: porque he aquí, que yo creo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.
19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.
20 No habrá más allí niño de días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años; y al que de cien años pecare, será maldito.
21 Y edificarán casas, y morarán; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
22 No edificarán, y otro morará; no plantarán, y otro comerá, porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos perpetuarán las obras de sus manos.
23 No trabajarán en vano, ni darán a luz con miedo, porque sus partos son simiente de los benditos del SEÑOR, y sus descendientes estarán con ellos.
24 Y será que antes que clamen, yo oiré; aún estando ellos hablando, yo oiré.
25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y a la serpiente el polvo será su comida; no afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo el SEÑOR.