1 Naquele mesmo ano, o quarto ano do reinado de Zedequias, rei de Judá, no mês de agosto, Hananias, filho de Azur, um profeta de Gibeom, se dirigiu a mim publicamente no templo, diante de todos os sacerdotes e do povo, e disse: 2 "Assim diz o Senhor dos Exércitos, o Deus de Israel: ‘Removerei do seu pescoço o jugo do rei da Babilônia. 3 Dentro de dois anos, trarei de volta todos os objetos preciosos do templo que o rei Nabucodonosor levou para a Babilônia. 4 Também trarei de volta Joaquim, filho de Jeoaquim, rei de Judá, e todos os outros exilados de Judá levados para a Babilônia. Certamente quebrarei o jugo que o rei da Babilônia colocou sobre seu pescoço. Eu, o Senhor, falei!’".
5 Jeremias respondeu a Hananias diante de todos os sacerdotes e do povo que estava no templo do Senhor: 6 "Amém! Que sua profecia se cumpra! Espero que o Senhor faça tudo que você anunciou. Espero que ele traga de volta da Babilônia os objetos preciosos do templo e todos os exilados. 7 Agora, porém, ouça as palavras que lhe digo na presença de todo o povo. 8 Os antigos profetas, que vieram antes de você e de mim, falaram contra muitas nações e grandes reinos, e sempre advertiram a respeito de guerra, calamidade e doença. 9 Portanto, um profeta que anuncia paz precisa esperar que suas previsões se cumpram antes de ser considerado, de fato, enviado pelo Senhor".
10 Então o profeta Hananias tirou do pescoço de Jeremias o jugo e o quebrou em pedaços. 11 E disse novamente a todo o povo: "Assim diz o Senhor: ‘Assim como este jugo foi quebrado, dentro de dois anos quebrarei o jugo de opressão de todas as nações que agora estão sujeitas a Nabucodonosor, rei da Babilônia’". Depois disso, Jeremias saiu dali.
12 Logo após o confronto com Hananias, o Senhor deu esta mensagem a Jeremias: 13 "Vá e diga a Hananias: ‘Assim diz o Senhor: Você quebrou o jugo de madeira, mas em seu lugar colocou um jugo de ferro. 14 O Senhor dos Exércitos, o Deus de Israel, diz: Coloquei um jugo de ferro sobre o pescoço de todas essas nações para serem escravas de Nabucodonosor, rei da Babilônia. Coloquei tudo debaixo de seu controle, até os animais selvagens’".
15 Então Jeremias disse a Hananias: "Ouça, Hananias! O Senhor não enviou você, mas o povo acredita em suas mentiras. 16 Por isso, assim diz o Senhor: ‘Você morrerá. Sua vida chegará ao fim ainda este ano, pois você se rebelou contra o Senhor’".
17 Naquele mesmo ano, dois meses depois, o profeta Hananias morreu.
1 Y aconteció en el mismo año, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, en el año cuarto, en el quinto mes, que Hananías, hijo de Azur, profeta que era de Gabaón, me habló en la Casa del SEÑOR delante de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo:
2 Así habló el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, diciendo: Quebranté el yugo del rey de Babilonia.
3 Dentro de dos años de días tornaré a este lugar todos los vasos de la Casa del SEÑOR, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, llevó de este lugar para meterlos en Babilonia;
4 y yo tornaré a este lugar a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los transportados de Judá que entraron en Babilonia, dice el SEÑOR; porque yo quebrantaré el yugo del rey de Babilonia.
5 Y dijo Jeremías profeta a Hananías profeta, delante de los sacerdotes y delante de todo el pueblo que estaba en la Casa del SEÑOR.
6 Dijo pues Jeremías profeta: Amén, así lo haga el SEÑOR. Confirme el SEÑOR tus palabras, con las cuales profetizaste que los vasos de la Casa del SEÑOR, y todos los transportados, han de ser tornados de Babilonia a este lugar.
7 Con todo eso, oye ahora esta palabra que yo hablo en tus oídos y en los oídos de todo el pueblo:
8 Los profetas que fueron antes de mí y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron sobre muchas tierras y grandes reinos, de guerra, y de aflicción, y de pestilencia.
9 El profeta que profetizó de paz, cuando sobreviniere la palabra del profeta, será conocido como el profeta que el SEÑOR en verdad envió.
10 Y Hananías profeta quitó el yugo del cuello de Jeremías profeta, y lo quebró,
11 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dijo el SEÑOR: De esta manera quebraré el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todos los gentiles dentro de dos años de días. Y siguió Jeremías su camino.
12 Y después que Hananías profeta quebró el yugo del cuello de Jeremías profeta, vino palabra del SEÑOR a Jeremías, diciendo:
13 Ve, y habla a Hananías, diciendo: Así dijo el SEÑOR: Yugos de madera quebraste, mas en vez de ellos harás yugos de hierro.
14 Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todos estos gentiles, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y le servirán; y aun también le he dado las bestias del campo.
15 Entonces dijo Jeremías profeta a Hananías profeta: Ahora oye, Hananías; el SEÑOR no te envió, y tú hiciste a este pueblo confiar en mentira.
16 Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí que yo te envío de sobre la faz de la tierra; y en este año morirás, porque hablaste rebelión contra el SEÑOR.
17 Y en el mismo año murió Hananías en el mes séptimo.