1 Em outubro, quando os israelitas já haviam se estabelecido em suas cidades, todo o povo se reuniu com um só propósito na praça em frente da porta das Águas. Pediram ao escriba Esdras que trouxesse o Livro da Lei de Moisés, que o Senhor tinha dado a Israel.
2 Assim, no dia 8 de outubro, o sacerdote Esdras trouxe o Livro da Lei perante a comunidade constituída de homens e mulheres e de todas as crianças com idade suficiente para entender. 3 Ficou de frente para a praça, junto à porta das Águas, desde o amanhecer até o meio-dia, e leu em voz alta para todos que podiam entender. Todo o povo ouviu com atenção a leitura do Livro da Lei.
4 O escriba Esdras estava em pé sobre uma plataforma de madeira feita para a ocasião. À sua direita estavam Matitias, Sema, Anaías, Urias, Hilquias e Maaseias; à sua esquerda, Pedaías, Misael, Malquias, Hasum, Hasbadana, Zacarias e Mesulão. 5 Esdras estava sobre a plataforma, à vista de todo o povo. Quando o viram abrir o Livro da Lei, todos se levantaram.
6 Esdras louvou o Senhor, o grande Deus, e todo o povo disse: "Amém! Amém!", com as mãos erguidas. Depois, prostraram-se com o rosto no chão e adoraram o Senhor.
7 Em seguida, os levitas Jesua, Bani, Serebias, Jamim, Acube, Sabetai, Hodias, Maaseias, Quelita, Azarias, Jozabade, Hanã e Pelaías instruíram o povo acerca da Lei, e todos permaneceram em seus lugares. 8 Liam o Livro da Lei de Deus, explicavam com clareza o significado do que era lido e ajudavam o povo a entender cada passagem.
9 Então o governador Neemias, o sacerdote e escriba Esdras e os levitas que instruíam o povo disseram: "Não se lamentem nem chorem num dia como este! Hoje é um dia consagrado ao Senhor, seu Deus!". Pois todo o povo chorava enquanto ouvia as palavras da Lei.
10 E Neemias prosseguiu: "Vão e comemorem com um banquete de comidas saborosas e bebidas doces e repartam o alimento com aqueles do povo que não prepararam nada. Este é um dia consagrado ao nosso Senhor. Não fiquem tristes, pois a alegria do Senhor é sua força!".
11 Os levitas também acalmaram o povo, dizendo: "Aquietem-se! Não fiquem tristes! Hoje é um dia santo!". 12 Então o povo saiu para comer e beber numa refeição festiva, para repartir o alimento e celebrar com grande alegria, pois tinham ouvido e entendido as palavras de Deus.
13 No dia 9 de outubro, os chefes de todas as famílias do povo, junto com os sacerdotes e os levitas, reuniram-se com o escriba Esdras para examinar a Lei mais atentamente. 14 Enquanto estudavam a Lei, descobriram que o Senhor havia ordenado por meio de Moisés que os israelitas morassem em cabanas durante a festa a ser comemorada naquele mês. 15 Ele tinha dito que se devia fazer uma proclamação por todas as suas cidades e em Jerusalém, para que o povo fosse até os montes apanhar ramos de oliveiras cultivadas e oliveiras silvestres, ramos de murtas, de palmeiras e de outras árvores frondosas. Deviam usar esses ramos para construir as cabanas, conforme prescrito pela Lei.
16 O povo saiu, cortou ramos e os usou para construir cabanas nos terraços das casas, nos seus pátios, nos pátios do templo de Deus, na praça junto à porta das Águas e na praça junto à porta de Efraim. 17 Então todos que haviam regressado do cativeiro moraram nessas cabanas durante a festa, e todos estavam cheios de grande alegria. Os israelitas não celebravam a festa dessa maneira desde os dias de Josué, filho de Num.
18 Durante os sete dias da festa, Esdras leu o Livro da Lei de Deus a cada dia. Então, no oitavo dia, realizaram uma reunião solene, conforme prescrito.
1 Y se juntó todo el pueblo como un varón en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba, que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual mandó el SEÑOR a Israel.
2 Y Esdras el sacerdote, trajo la ley delante de la congregación, así de varones como de mujeres, y de todo entendido para escuchar, el primer día del mes séptimo.
3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de varones y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
4 Y Esdras el escriba estaba sobre un púlpito de madera, que habían hecho para ello; y junto a él estaban Matatías, y Sema, y Anías, y Urías, e Hilcías, y Maasías, a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, y Malquías, y Hasum, y Hasbadana, Zacarías, y Mesulam.
5 Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo (porque estaba más alto que todo el pueblo); y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
6 Bendijo entonces Esdras al SEÑOR, Dios grande. Y todo el pueblo respondió, ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron, y adoraron al SEÑOR inclinados a tierra.
7 Y Jesúa, y Bani, y Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán, y Pelaía, levitas, hacían callar al pueblo para que la ley se entendiese; y el pueblo estaba en su lugar.
8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y pusieron el entendimiento, y entendieron la escritura.
9 Y Nehemías el Tirsata, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían atento al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es al SEÑOR nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
10 Y les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen aparejado; porque día santo es a nuestro Señor; y no os entristezcáis, porque el gozo del SEÑOR es vuestra fortaleza.
11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, que es día santo, y no os entristezcáis.
12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a enviar porciones, y a gozar de gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.
13 Y al día siguiente se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, sacerdotes, y levitas, a Esdras escriba, para entender las palabras de la ley.
14 Y hallaron escrito en la ley que el SEÑOR había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en cabañas en la fiesta del mes séptimo;
15 y que hiciesen saber , y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, y ramos de pino, y ramos de arrayán, y ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito.
16 Salió, pues, el pueblo, y trajeron, y se hicieron cabañas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la Casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.
17 Y toda la congregación que volvió de la cautividad hicieron cabañas, y en cabañas habitaron; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande.
18 Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el postrero; e hicieron la fiesta por siete días, y al octavo día congregación, según la ordenanza.