1 Deem graças ao Senhor, porque ele é bom;
seu amor dura para sempre!
2 O Senhor os resgatou? Proclamem em alta voz!
Contem a todos que ele os resgatou de seus inimigos.
3 Pois ele reuniu os que estavam exilados em muitas terras,
do leste e do oeste,
do norte e do sul.
4 Eles vagavam pelo deserto,
perdidos e sem lar.
5 Famintos e sedentos,
chegaram à beira da morte.
6 Em sua aflição, clamaram ao Senhor,
e ele os livrou de seus sofrimentos.
7 Conduziu-os por um caminho seguro,
a uma cidade onde pudessem morar.
8 Que louvem o Senhor por seu grande amor
e pelas maravilhas que fez pela humanidade.
9 Pois ele sacia o sedento
e enche de coisas boas o faminto.
10 Estavam sentados na escuridão e em trevas profundas,
presos com as algemas de ferro do sofrimento.
11 Rebelaram-se contra as palavras de Deus
e desprezaram o conselho do Altíssimo.
12 Por isso ele os sujeitou a trabalhos pesados;
caíram, e não houve quem os ajudasse.
13 Em sua aflição, clamaram ao Senhor,
e ele os livrou de seus sofrimentos.
14 Tirou-os da escuridão e das trevas profundas
e quebrou suas algemas.
15 Que louvem o Senhor por seu grande amor
e pelas maravilhas que fez pela humanidade.
16 Pois ele quebrou as portas de bronze da prisão
e partiu as trancas de ferro.
17 Foram tolos;
rebelaram-se e sofreram por causa de seus pecados.
18 Não conseguiam nem pensar em comer
e estavam às portas da morte.
19 Em sua aflição, clamaram ao Senhor,
e ele os livrou de seus sofrimentos.
20 Enviou sua palavra e os curou,
e os resgatou da morte.
21 Que louvem o Senhor por seu grande amor
e pelas maravilhas que fez pela humanidade.
22 Que ofereçam sacrifícios de ações de graças
e anunciem suas obras com canções alegres.
23 Viajaram pelo mundo em navios;
percorreram as rotas comerciais dos mares.
24 Também eles viram as obras do Senhor
e suas maravilhas nas águas mais profundas.
25 Por sua ordem, os ventos se levantaram
e agitaram as ondas.
26 Seus navios eram lançados aos céus,
depois desciam às profundezas;
foram tomados de pavor.
27 Cambaleavam e tropeçavam, como bêbados,
e não sabiam mais o que fazer.
28 Em sua aflição, clamaram ao Senhor,
e ele os livrou de seus sofrimentos.
29 Acalmou a tempestade
e aquietou as ondas.
30 A calmaria os alegrou,
e ele os levou ao porto em segurança.
31 Que louvem o Senhor por sua bondade
e pelas maravilhas que fez pela humanidade.
32 Que o exaltem em público,
diante da comunidade e dos líderes do povo.
33 Ele transforma rios em desertos,
e fontes de água em terra seca.
34 Torna a terra fértil em solo inútil,
por causa da perversidade de seus habitantes.
35 Também transforma os desertos em açudes
e a terra seca em fontes de água.
36 Leva os famintos para ali se estabelecerem
e construírem suas cidades.
37 Eles semeiam campos, plantam videiras
e têm grandes colheitas.
38 Sim, ele os abençoa!
Ali, criam famílias numerosas,
e seus rebanhos não param de crescer.
39 Mas, quando diminuem em número e empobrecem
por causa da opressão, da miséria e da tristeza,
40 o Senhor lança desprezo sobre seus príncipes
e os faz vagar num deserto sem caminhos.
41 Contudo, livra do sofrimento os pobres
e aumenta suas famílias como rebanhos de ovelhas.
42 Os justos verão essas coisas e se alegrarão,
enquanto os perversos serão calados.
43 Quem é sábio levará tudo isso a sério;
perceberá como tem sido leal o amor do Senhor.
1 Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
2 Diganlo los redimidos del SEÑOR, los que ha redimido del poder del enemigo,
3 y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y del mar.
4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, sin hallar ciudad en dónde vivir.
5 Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos.
6 Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.
7 Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad de habitación.
8 Alaben al SEÑOR por su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
9 Porque sació al alma menesterosa, y llenó de bien al alma hambrienta.
10 Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte aprisionados, en aflicción y en hierros,
11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras del SEÑOR, y aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por eso quebrantó él con trabajo sus corazones, cayeron y no hubo quién los ayudase.
13 Luego que clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.
14 Los sacó de las tinieblas, y de la sombra de muerte; y rompió sus prisiones.
15 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
16 Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro.
17 Los locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus maldades fueron afligidos,
18 su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19 Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.
20 Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.
21 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
22 Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo.
23 Los que descienden al mar en navíos, y hacen obra en las muchas aguas,
24 ellos han visto las obras del SEÑOR, y sus maravillas en el mar profundo.
25 El dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad, que levanta sus ondas;
26 suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal.
27 Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida;
28 claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones.
29 Hace parar la tempestad en sosiego, y sus ondas cesan.
30 Se alegran luego porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad.
31 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
32 Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; y en la reunión de ancianos lo alaben.
33 El puso los ríos en desierto, y los manaderos de las aguas en sed;
34 la tierra fructífera en salados; por la maldad de los que la habitan.
35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra desierta en manaderos de agua.
36 Y aposenta allí hambrientos, y aderezan allí ciudad para habitación;
37 y siembran campos, y plantan viñas; y rinden fruto de aumento.
38 Y los bendice, y se multiplican en gran manera; y no disminuye sus bestias.
39 Y después son menoscabados, y abatidos de tiranía; de males y congojas.
40 El derrama menosprecio sobre los príncipes, y les hace andar errados, vagabundos, sin camino.
41 Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas.
42 Vean los rectos, y alégrense; y toda maldad cierre su boca.
43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias del SEÑOR?