11 Y les dice: Cualquiera que repudiare á su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella:
12 Y si la mujer repudiare á su marido y se casare con otro, comete adulterio.
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.
14 Sima profunda es la boca de las extrañas: Aquel contra el cual estuviere Jehová airado, caerá en ella.
16 Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia de la carne.
17 Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne: y estas cosas se oponen la una á la otra, para que no hagáis lo que quisieres.
32 Mas yo os digo, que el que repudiare á su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
4 Honroso es en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; ùmas á los fornicarios y á los adúlteros juzgará Dios.
10 Y el hombre que adulterare con la mujer de otro, el que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, indefectiblemente se hará morir al adúltero y á la adúltera.
4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
3 Porque los labios de la extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;
4 Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como cuchillo de dos filos.
5 Sus pies descienden á la muerte; Sus pasos sustentan el sepulcro:
6 Sus caminos son instables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.
3 Porque los labios de la extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;
4 Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como cuchillo de dos filos.
5 Sus pies descienden á la muerte; Sus pasos sustentan el sepulcro:
6 Sus caminos son instables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.
7 Ahora pues, hijos, oidme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.
8 Aleja de ella tu camino, Y no te acerques á la puerta de su casa;
9 Porque no des á los extraños tu honor, Y tus años á cruel;
18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno, Sin que sus vestidos se quemen?
28 ¿Andará el hombre sobre las brasas, Sin que sus pies se abrasen?
29 Así el que entrare á la mujer de su prójimo; No será sin culpa cualquiera que la tocare.
21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta de la fornicación; y no se ha arrepentido.
22 He aquí, yo la echo en cama, y á los que adulteran con ella, en muy grande tribulación, si no se arrepintieren de sus obras:
18 Cualquiera que repudia á su mujer, y se casa con otra, adultera: y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
14 No cometerás adulterio.
19 Como cierva amada y graciosa corza, Sus pechos te satisfagan en todo tiempo; Y en su amor recréate siempre.
20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?
32 Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: Corrompe su alma el que tal hace.
8 Aleja de ella tu camino, Y no te acerques á la puerta de su casa;
9 Porque no des á los extraños tu honor, Y tus años á cruel;
10 Porque no se harten los extraños de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño;
11 Y gimas en tus postrimerías, Cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo,
12 Y digas: Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión;
13 Y no oí la voz de los que me adoctrinaban, Y á los que me enseñaban no incliné mi oído!
14 Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación.
32 Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: Corrompe su alma el que tal hace.
33 Plaga y vergüenza hallará; Y su afrenta nunca será raída.
34 Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
35 No tendrá respeto á ninguna redención; Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, disolución,
20 Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 Envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes á éstas: de las cuales os denuncio, como ya os he anunciado, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.
27 Oísteis que fué dicho: No adulterarás:
28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
20 Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote en ella.
4 Dícenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando;
5 Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices?
6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo.
7 Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y díjoles: El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.
8 Y volviéndose á inclinar hacia abajo, escribía en tierra.
9 Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno á uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, díjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?
11 Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más.
18 Por lo cual su casa está inclinada á la muerte, Y sus veredas hacia los muertos:
19 Todos los que á ella entraren, no volverán, Ni tomarán las veredas de la vida.