11 Me mostrarás la senda de la vida: Hartura de alegrías hay con tu rostro; Deleites en tu diestra para siempre.
2 Bendice, alma mía, á Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
13 Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.
15 No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
24 Jehová te bendiga, y te guarde:
25 Haga resplandecer Jehová su rostro sobre ti, y haya de ti misericordia:
26 Jehová alce á ti su rostro, y ponga en ti paz.
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad.
4 Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
25 Fortaleza y honor son su vestidura; Y en el día postrero reirá.
26 Abrió su boca con sabiduría: Y la ley de clemencia está en su lengua.
6 Ahora echo de ver que Jehová guarda á su ungido: Oirálo desde los cielos de su santidad, Con la fuerza de la salvación de su diestra.
7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos: Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
8 Ellos arrodillaron, y cayeron; Mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.
7 Toda tú eres hermosa, amiga mía Y en ti no hay mancha.
3 Doy gracias á mi Dios en toda memoria de vosotros,
6 Por ti he sido sustentado desde el vientre: De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste: De ti será siempre mi alabanza.
4 Que Jehová vuestro Dios anda con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
1 Salmo: Canción para el día del Sábado. BUENO es alabar á Jehová, Y cantar salmos á tu nombre, oh Altísimo;
2 Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu verdad en las noches,
4 Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
5 He aquí diste á mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
4 Gracias doy á mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;
7 Tú diste alegría en mi corazón, Más que tienen ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
13 Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.
15 No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
17 Así que cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! Cuán multiplicadas son sus cuentas!
5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana vendrá la alegría.
10 Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
9 Empero tú eres el que me sacó del vientre, El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
31 Corona de honra es la vejez, Que se hallará en el camino de justicia.
1 ALELUYA. Alabad á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
1 Salmo de David. BENDITO sea Jehová, mi roca, Que enseña mis manos á la batalla, Y mis dedos á la guerra:
2 Misericordia mía y mi castillo, Altura mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que allana mi pueblo delante de mí.
14 Mas á Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jesús, y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar.
3 Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal.
12 Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.
3 Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; guardaréla de noche y de día, porque nadie la visite.
24 Este es el día que hizo Jehová Nos gozaremos y alegraremos en él.