50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado.
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
6 Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo;
7 Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 AMO á Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas.
2 Porque ha inclinado á mí su oído, Invocaré le por tanto en todos mis días.
4 Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación.
22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.
27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
22 También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro gozo.
8 Y Jehová es el que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros.
18 No os dejaré huérfanos: vendré á vosotros.
5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana vendrá la alegría.
24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle.
9 Y será Jehová refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.
7 Bueno es Jehová para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.
48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.
49 ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar.
50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado.
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley.
52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme.
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
8 Mis huídas has tú contado: Pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?
1 Al Músico principal: de los hijos de Coré: Salmo sobre Alamoth. DIOS es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás á darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
21 Aumentarás mi grandeza, Y volverás á consolarme.
4 Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Ocultaráme en lo reservado de su pabellón; Pondráme en alto sobre una roca.