27 Entonces Jesús mirándolos, dice: Para los hombres es imposible; mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
20 Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis á este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible.
27 Y él les dijo: Lo que es imposible para con los hombres, posible es para Dios.
24 Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
23 Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible.
17 Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti:
6 Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá dificultoso á los ojos del resto de este pueblo en aquellos días, ¿también será dificultoso delante de mis ojos? dice Jehová de los ejércitos.
26 Y mirándo los Jesús, les dijo: Para con los hombres imposible es esto; mas para con Dios todo es posible.
34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.
35 Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
36 Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes á ella que es llamada la estéril:
37 Porque ninguna cosa es imposible para Dios.
38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.
13 Entonces Jehová dijo á Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de parir siendo ya vieja?
14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré á ti, según el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo.
5 Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; Y de su entendimiento no hay número.
23 A éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;
24 Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser detenido de ella.