23 Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió:
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
23 Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió:
1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.
25 Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos.
27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria:
2 Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.
24 Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿á qué esperarlo?
25 Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos.
114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.
5 Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Como esperamos en ti.
18 Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
10 Que por esto aun trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.
1 EL espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado á predicar buenas nuevas á los abatidos, á vendar á los quebrantados de corazón, á publicar libertad á los cautivos, y á los presos abertura de la cárcel;
5 Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza es en Jehová su Dios:
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento.
15 Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:
1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.
5 Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
4 Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,
5 A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:
12 La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón: Mas árbol de vida es el deseo cumplido.
3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
20 Nuestra alma esperó á Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
2 Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
81 KAF. Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra.
16 Quien sólo tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; á quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver: al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré á ti, y esperaré.
24 Mi parte es Jehová, dijo mi alma; por tanto en él esperaré.
3 Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 Y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
31 Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
5 Alma mía, en Dios solamente reposa; Porque de él es mi esperanza.
11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.
28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame; Porque tú eres el Dios de mi salud: En ti he esperado todo el día.
13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.
7 Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.
114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.
7 Yo empero á Jehová esperaré, esperaré al Dios de mi salud: el Dios mío me oirá.
12 Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.
22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Como esperamos en ti.
17 Vanidad es el caballo para salvarse: Por la grandeza de su fuerza no librará.
18 He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia;
19 Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en el hambre.
18 Porque no para siempre será olvidado el pobre; Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.
12 La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón: Mas árbol de vida es el deseo cumplido.
7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.
3 Sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo:
24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
15 Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:
4 Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación:
12 Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;
5 Esperé yo á Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.
3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
5 Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar.
7 Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.