7 No seas sabio en tu opinión: Teme á Jehová, y apártate del mal;
8 Porque será medicina á tu ombligo, Y tuétano á tus huesos.
13 El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, y el mal camino Y la boca perversa, aborrezco.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.
15 Mirad que ninguno dé á otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.
21 Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas.
7 Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires.
14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
21 No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
133 Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
26 Airaos, y no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo;
27 Ni deis lugar al diablo.
21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
22 Apartaos de toda especie de mal.
9 Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad juicio verdadero, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano:
10 No agraviéis á la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
10 Los que á Jehová amáis, aborreced el mal: Guarda él las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra.
17 Y os ruego hermanos, que miréis los que causan disensiones y escándalos contra la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.
20 Vosotros pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo encaminó á bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida á mucho pueblo.
18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial: al cual sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
9 El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos á lo bueno;
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
12 El odio despierta rencillas: Mas la caridad cubrirá todas las faltas.
5 Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.
20 Mas decía, que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
22 Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez.
23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
16 Lavad, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de ante mis ojos; dejad de hacer lo malo: