1 LA mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba.
1 Y ACONTECIO después, que él caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,
2 Y algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios,
3 Y Juana, mujer de Chuza, procurador de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus haciendas.
3 Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas á mucho vino, maestras de honestidad:
4 Que enseñen á las mujeres jóvenes á ser predentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos,
5 A ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas á sus maridos: porque la palabra de Dios no sea blasfemada.
21 Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar;
22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre.
23 Y dijo Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fué tomada.
16 La mujer graciosa tendrá honra: Y los fuertes tendrán riquezas.
27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió.
11 Ahora pues, no temas, hija mía: yo haré contigo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
11 Las mujeres asimismo, honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.
4 La mujer virtuosa corona es de su marido: Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
19 Mejor es morar en tierra del desierto, Que con la mujer rencillosa é iracunda.
14 La casa y las riquezas herencia son de los padres: Mas de Jehová la mujer prudente.
7 Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas según ciencia, dando honor á la mujer como á vaso más frágil, y como á herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme á Jehová, ésa será alabada.
1 ASIMISMO vosotras, mujeres, sed sujetas á vuestros maridos; para que también los que no creen á la palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,