6 Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con hacimiento de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús.
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
18 Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos,
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
24 Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
40 Entonces echados fuera todos, Pedro puesto de rodillas, oró; y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo á Pedro, incorporóse.
28 Claman empero á Jehová en su angustia, Y líbralos de sus aflicciones.
29 Hace parar la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas.
30 Alégranse luego porque se reposaron; Y él los guía al puerto que deseaban.
29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame á los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
16 Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.