1 ALEPH. BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; Los que andan en la ley de Jehová.

2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan:

3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos.

4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos.

5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos!

6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos.

7 Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia.

8 Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente.

9 BETH. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.

12 Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca.

14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.

15 En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.

16 Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.

17 GIMEL. Haz bien á tu siervo; que viva Y guarde tu palabra.

18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.

19 Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos.

20 Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo.

21 Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos.

22 Aparta de mí oprobio y menosprecio; Porque tus testimonios he guardado.

23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos.

24 Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.

25 DALETH. Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra.

26 Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos.

27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas.

28 Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra.

29 Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley.

30 Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.

31 Allegádome he á tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences.

32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón.

33 HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin.

34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón.

35 Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.

36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia.

37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.

38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme.

39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios.

40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia.

41 VAV. Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salud, conforme á tu dicho.

42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado.

43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; Porque á tu juicio espero.

44 Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo.

45 Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos.

46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré.

47 Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.

49 ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar.

50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado.

51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley.

52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme.

53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley.

54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.

55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.

56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos.

57 JET. Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras.

58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra.

59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios.

60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos.

61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley.

62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia.

63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos.

64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.

65 TETH. Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra.

66 Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído.

67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.

68 Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos.

69 Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

70 Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado.

71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.

72 Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.

73 YOD. Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.

74 Los que te temen, me verán, y se alegrarán; Porque en tu palabra he esperado.

75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste.

76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo.

77 Vengan á mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite.

78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos.

79 Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios.

80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.

81 KAF. Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra.

82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

83 Porque estoy como el odre al humo; Mas no he olvidado tus estatutos.

84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

85 Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no obran según tu ley.

86 Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame.

87 Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos.

88 Vivifícame conforme á tu misericordia; Y guardaré los testimonios de tu boca.

89 LAMED. Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos.

90 Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera.

91 Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven.

92 Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido.

93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; Porque con ellos me has vivificado.

94 Tuyo soy yo, guárdame; Porque he buscado tus mandamientos.

95 Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios.

96 A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento.

97 MEM. ­Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.

99 Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.

100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos.

101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.

102 No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste.

103 Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.

104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.

105 NUN. Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino.

106 Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia.

107 Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra.

108 Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; Y enséñame tus juicios.

109 De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley.

110 Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos.

111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón.

112 Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin.

113 SAMECH. Los pensamientos vanos aborrezco; Mas amo tu ley.

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.

115 Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116 Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza.

117 Sosténme, y seré salvo; Y deleitaréme siempre en tus estatutos.

118 Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño.

119 Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios.

120 Mi carne se ha extremecido por temor de ti; Y de tus juicios tengo miedo.

121 AIN. Juicio y justicia he hecho; No me dejes á mis opresores.

122 Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios.

123 Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia.

124 Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos.

125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento; Para que sepa tus testimonios.

126 Tiempo es de hacer, oh Jehová; Disipado han tu ley.

127 Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.

128 Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira.

129 PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma.

130 El principio de tus palabras alumbra; Hace entender á los simples.

131 Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos.

132 Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre.

133 Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134 Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos.

135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; Y enséñame tus estatutos.

136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley.

137 TZADDI. Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.

138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.

139 Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140 Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo.

141 Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.

143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites.

144 Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.

145 COPH. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos.

146 A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios.

147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra.

148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos.

149 Oye mi voz conforme á tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio.

150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley.

151 Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad.

152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste.

153 RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado.

154 Aboga mi causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho.

155 Lejos está de los impíos la salud; Porque no buscan tus estatutos.

156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios.

157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he apartado.

158 Veía á los prevaricadores, y carcomíame; Porque no guardaban tus palabras.

159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme á tu misericordia.

160 El principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia.

161 SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; Mas mi corazón tuvo temor de tus palabras.

162 Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos.

163 La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo.

164 Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu justicia.

165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo.

166 Tu salud he esperado, oh Jehová; Y tus mandamientos he puesto por obra.

167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y helos amado en gran manera.

168 Guardado he tus mandamientos y tus testimonios; Porque todos mis caminos están delante de ti.

169 TAU. Acérquese mi clamor delante de ti, oh Jehová: Dame entendimiento conforme á tu palabra.

170 Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme á tu dicho.

171 Mis labios rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos.

172 Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia.

173 Sea tu mano en mi socorro; Porque tus mandamientos he escogido.

174 Deseado he tu salud, oh Jehová; Y tu ley es mi delicia.

175 Viva mi alma y alábete; Y tus juicios me ayuden.

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca á tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

1 Glückselig, die im Wege untadelig sind, die da wandeln im Gesetze Jahwes! Die Anfangsbuchstaben der Abteilungen dieses Psalmes folgen im Hebr. der alphabetischen Ordnung, und zwar beginnen alle 8 Verse jeder Abteilung mit demselben Buchstaben

2 Glückselig, die seine Zeugnisse bewahren, die von ganzem Herzen ihn suchen,

3 Die auch kein Unrecht tun, in seinen Wegen wandeln!

4 Du hast deine Vorschriften geboten, um sie fleißig zu beobachten.

5 O daß meine Wege gerichtet wären, dh. daß ihnen die rechte Richtung gegeben wäre; vergl. [Hiob 11,13] um deine Satzungen zu beobachten!

6 Dann werde ich nicht beschämt werden, wenn ich achthabe auf alle deine Gebote.

7 Preisen werde ich dich in Aufrichtigkeit O. Geradheit des Herzens, wenn ich gelernt habe die Rechte dh. die Urteile, Entscheidungen; so auch [V. 43.52.62] deiner Gerechtigkeit.

8 Deine Satzungen werde ich beobachten; verlaß mich nicht ganz und gar!

9 Wodurch wird ein Jüngling seinen Pfad in Reinheit wandeln? Eig. reinigen od. rein erhalten Indem er sich bewahrt Eig. auf der Hut ist nach deinem Worte.

10 Mit meinem ganzen Herzen habe ich dich gesucht: laß mich nicht abirren von deinen Geboten!

11 In meinem Herzen habe ich dein Wort verwahrt, auf daß ich nicht wider dich sündige.

12 Gepriesen seiest du, Jahwe! Lehre mich deine Satzungen!

13 Mit meinen Lippen habe ich erzählt alle Rechte deines Mundes.

14 An dem Wege deiner Zeugnisse habe ich mich erfreut wie über allen Reichtum.

15 Über deine Vorschriften will ich sinnen und achthaben auf deine Pfade.

16 An deinen Satzungen habe ich meine Wonne; deines Wortes werde ich nicht vergessen.

17 Tue wohl an deinem Knechte, so werde ich leben; und ich will dein Wort bewahren.

18 Öffne meine Augen, damit ich Wunder schaue in Eig. aus deinem Gesetz! Öffne mir die Augen, daß ich sehe die Wunder an deinem Gesetz.

19 Ein Fremdling bin ich im Lande, O. auf Erden verbirg nicht vor mir deine Gebote!

20 Zermalmt ist meine Seele vor Verlangen nach deinen Rechten zu aller Zeit.

21 Gescholten hast du die Übermütigen, die Verfluchten, welche abirren von deinen Geboten.

22 Wälze von mir Hohn und Verachtung! Denn deine Zeugnisse habe ich bewahrt. O. bewahre ich

23 Sitzen auch Fürsten und bereden sich wider mich, dein Knecht sinnt über deine Satzungen.

24 Deine Zeugnisse sind auch meine Wonne, meine Ratgeber.

25 Am Staube klebt meine Seele; belebe mich nach deinem Worte!

26 Meine Wege habe ich erzählt, und du hast mich erhört; lehre mich deine Satzungen!

27 Laß mich verstehen den Weg deiner Vorschriften, und sinnen will ich über deine Wundertaten.

28 Vor Traurigkeit zerfließt in Tränen meine Seele; richte mich auf O. halte mich aufrecht nach deinem Worte!

29 Wende von mir ab den Weg der Lüge O. Falschheit; so auch [V. 104] und [128] und gewähre mir dein Gesetz!

30 Den Weg der Treue habe ich erwählt, habe vor mich gestellt deine Rechte.

31 Ich hange an deinen Zeugnissen; Jahwe, laß mich nicht beschämt werden!

32 Den Weg deiner Gebote werde ich laufen, wenn du Raum gemacht haben wirst meinem Herzen.

33 Lehre mich, Jahwe, den Weg deiner Satzungen, und ich will ihn bewahren bis ans Ende.

34 Gib mir Einsicht, und ich will dein Gesetz bewahren und es halten von ganzem Herzen.

35 Laß mich wandeln auf dem Pfade deiner Gebote! Denn an ihm habe ich meine Lust.

36 Neige mein Herz zu deinen Zeugnissen und nicht zum Gewinn!

37 Wende meine Augen ab, daß sie Eitles nicht sehen! Belebe mich in deinen Wegen!

38 Bestätige O. Halte aufrecht deinem Knechte deine Zusage, welche deiner Furcht entspricht!

39 Wende ab meinen Hohn, den ich fürchte! Denn deine Rechte sind gut.

40 Siehe, ich verlange nach deinen Vorschriften; belebe mich in deiner Gerechtigkeit!

41 Und laß über mich kommen deine Gütigkeiten, Jahwe, deine Rettung nach deiner Zusage!

42 So werde ich Antwort geben dem mich Höhnenden; denn ich vertraue auf dein Wort.

43 Und entziehe meinem Munde nicht gänzlich das Wort der Wahrheit! Denn ich harre auf deine Rechte.

44 Und halten will ich dein Gesetz beständig, immer und ewiglich.

45 Und ich werde wandeln in weitem Raume; denn nach deinen Vorschriften habe ich getrachtet.

46 Und vor Königen will ich reden von deinen Zeugnissen und mich nicht schämen.

47 Und ich werde meine Wonne haben an deinen Geboten, die ich liebe,

48 und werde meine Hände aufheben zu deinen Geboten, die ich liebe; und über deine Satzungen will ich sinnen.

49 Gedenke des Wortes an deinen Knecht, auf welches du mich hast harren lassen!

50 Dies ist mein Trost in meinem Elende, daß deine Zusage mich belebt hat. O. Das ist..., denn deine Zusage hat mich belebt

51 Die Übermütigen haben mich über die Maßen verspottet; von deinem Gesetz bin ich nicht abgewichen.

52 Ich gedachte, Jahwe, deiner Rechte von alters her, und ich tröstete mich.

53 Zornglut hat mich ergriffen wegen der Gesetzlosen, die dein Gesetz verlassen.

54 Deine Satzungen sind meine Gesänge gewesen im Hause meiner Fremdlingschaft.

55 Des Nachts habe ich deines Namens gedacht, Jahwe, und ich habe dein Gesetz gehalten.

56 Dies ist mir geschehen, weil O. mir geworden, daß ich deine Vorschriften bewahrt habe.

57 Mein Teil, Jahwe, habe ich gesagt, ist, deine Worte zu bewahren. O. Mein Teil ist Jahwe, habe ich gesagt, um deine Worte zu bewahren

58 Von ganzem Herzen habe ich dich angefleht; sei mir gnädig nach deiner Zusage!

59 Ich habe meine Wege überdacht, und meine Füße gekehrt zu deinen Zeugnissen.

60 Ich habe geeilt und nicht gesäumt, deine Gebote zu halten.

61 Die Bande der Gesetzlosen haben mich umgeben; dein Gesetz habe ich nicht vergessen.

62 Um Mitternacht stehe ich auf, um dich zu preisen wegen der Rechte deiner Gerechtigkeit.

63 Ich bin der Gefährte aller, die dich fürchten, und derer, die deine Vorschriften beobachten.

64 Von deiner Güte, Jahwe, ist die Erde erfüllt; lehre mich deine Satzungen!

65 Du hast Gutes getan an deinem Knechte, Jahwe, nach deinem Worte.

66 Gute Einsicht und Erkenntnis lehre mich! Denn ich habe deinen Geboten geglaubt.

67 Bevor ich gedemütigt ward, irrte ich; jetzt aber bewahre ich dein Wort.

68 Du bist gut und guttätig; lehre mich deine Satzungen!

69 Lügen haben die Übermütigen wider mich erdichtet; ich bewahre O. werde bewahren deine Vorschriften von ganzem Herzen.

70 Ihr Herz ist dick geworden wie Fett; ich habe meine Wonne an deinem Gesetz.

71 Es ist gut für mich, daß ich gedemütigt ward, damit ich deine Satzungen lernte.

72 Besser ist mir das Gesetz deines Mundes als Tausende von Gold und Silber.

73 Deine Hände haben mich gemacht und bereitet; gib mir Einsicht, und ich will deine Gebote lernen.

74 Die dich fürchten, werden mich sehen und sich freuen; denn ich habe auf dein Wort geharrt.

75 Ich weiß, Jahwe, daß deine Gerichte Gerechtigkeit sind und daß du mich gedemütigt hast in Treue.

76 Laß doch deine Güte mir zum Troste sein, nach deiner Zusage an deinen Knecht!

77 Laß deine Erbarmungen über mich kommen, so werde ich leben; denn dein Gesetz ist meine Wonne.

78 Laß beschämt werden die Übermütigen! Denn sie haben mich gebeugt dh. in meinem Rechte ohne Grund; ich, ich sinne über deine Vorschriften.

79 Laß sich zu mir kehren, die dich fürchten und die deine Zeugnisse kennen!

80 Laß mein Herz untadelig sein in deinen Satzungen, damit ich nicht beschämt werde!

81 Meine Seele schmachtet nach deiner Rettung, ich harre auf dein Wort.

82 Meine Augen schmachten nach deiner Zusage, indem ich spreche: Wann wirst du mich trösten?

83 Denn wie ein Schlauch im Rauche bin ich geworden; deine Satzungen habe ich nicht vergessen.

84 Wie viele werden der Tage deines Knechtes sein? Wann wirst du Gericht üben an meinen Verfolgern?

85 Die Übermütigen haben mir Gruben gegraben, sie, die nicht nach deinem Gesetz sind.

86 Alle deine Gebote sind Treue. Sie haben mich verfolgt ohne Grund: hilf mir!

87 Wenig fehlte, so hätten sie mich vernichtet auf der Erde; O. im Lande ich aber, ich habe deine Vorschriften nicht verlassen.

88 Belebe mich nach deiner Güte, und ich will bewahren das Zeugnis deines Mundes.

89 In Ewigkeit, Jahwe, steht dein Wort fest in den Himmeln;

90 von Geschlecht zu Geschlecht währt deine Treue; du hast die Erde festgestellt, und sie steht.

91 Nach deinen Verordnungen stehen sie heute da, denn alle Dinge Eig. das Ganze, dh. das ganze Weltall dienen dir.

92 Wäre nicht dein Gesetz meine Wonne gewesen, dann würde ich umgekommen sein in meinem Elende.

93 Nimmermehr werde ich deine Vorschriften vergessen, denn durch sie hast du mich belebt.

94 Ich bin dein, rette mich! Denn ich habe nach deinen Vorschriften getrachtet.

95 Die Gesetzlosen haben mir aufgelauert, um mich umzubringen; ich achte auf deine Zeugnisse.

96 Von aller Vollkommenheit habe ich ein Ende gesehen; sehr ausgedehnt ist dein Gebot.

97 Wie liebe ich dein Gesetz! Es ist mein Sinnen den ganzen Tag.

98 Weiser als meine Feinde machen mich deine Gebote, denn immer sind sie bei mir. W. denn ewiglich sind sie mein

99 Verständiger bin ich als alle meine Lehrer, denn deine Zeugnisse sind mein Sinnen.

100 Mehr Einsicht habe ich als die Alten, denn deine Vorschriften habe ich bewahrt.

101 Von jedem bösen Pfade habe ich meine Füße zurückgehalten, damit ich dein Wort bewahre.

102 Nicht bin ich von deinen Rechten gewichen, denn du, du hast mich unterwiesen.

103 Wie süß sind meinem Gaumen deine Worte, mehr als Honig meinem Munde!

104 Aus deinen Vorschriften empfange ich Einsicht; darum hasse ich jeden Lügenpfad.

105 Dein Wort ist Leuchte meinem Fuße und Licht für meinen Pfad.

106 Ich habe geschworen und halte es aufrecht, zu beobachten die Rechte deiner Gerechtigkeit.

107 Ich bin über die Maßen gebeugt; Jahwe, belebe mich nach deinem Worte!

108 Laß dir doch wohlgefallen, Jahwe, die freiwilligen Opfer meines Mundes, lehre mich deine Rechte!

109 Mein Leben ist stets in meiner Hand, dh. stets in Gefahr aber dein Gesetz habe ich nicht vergessen.

110 Die Gesetzlosen haben mir eine Schlinge gelegt, aber von deinen Vorschriften bin ich nicht abgeirrt.

111 Deine Zeugnisse habe ich mir als Erbteil genommen auf ewig, denn meines Herzens Freude sind sie.

112 Ich habe mein Herz geneigt, deine Satzungen zu tun ewiglich bis ans Ende.

113 Die Doppelherzigen hasse ich, und ich liebe dein Gesetz.

114 Mein Bergungsort und mein Schild bist du; auf dein Wort harre ich.

115 Weichet von mir, ihr Übeltäter: ich will die Gebote meines Gottes bewahren.

116 Unterstütze mich nach deiner Zusage, so werde ich leben; und laß mich nicht beschämt werden in meiner Hoffnung!

117 Stütze mich, so werde ich gerettet werden; und ich will stets schauen auf deine Satzungen.

118 Verworfen hast du alle, die von deinen Satzungen abirren; denn Lüge ist ihr Trug.

119 Wie Schlacken hast du hinweggeräumt alle Gesetzlosen der Erde; darum liebe ich deine Zeugnisse.

120 Vor deinem Schrecken schaudert mein Fleisch, und ich fürchte mich vor deinen Gerichten. O. Urteilen, Rechten

121 Ich habe Recht und Gerechtigkeit geübt; überlaß mich nicht meinen Bedrückern!

122 Sei Bürge für deinen Knecht zum Guten; laß die Übermütigen mich nicht bedrücken!

123 Meine Augen schmachten nach deiner Rettung und nach der Zusage deiner Gerechtigkeit.

124 Handle mit deinem Knechte nach deiner Güte, und lehre mich deine Satzungen!

125 Dein Knecht bin ich, gib mir Einsicht, so werde ich deine Zeugnisse erkennen.

126 Es ist Zeit für Jahwe zu handeln: sie haben dein Gesetz gebrochen.

127 Darum liebe ich deine Gebote mehr als Gold und gediegenes Gold;

128 darum halte ich alle deine Vorschriften für recht; jeden Lügenpfad hasse ich.

129 Wunderbar sind deine Zeugnisse, darum bewahrt sie meine Seele.

130 Die Eröffnung Und. übers.: Der Eingang deines Wortes erleuchtet, gibt Einsicht den Einfältigen.

131 Ich habe meinen Mund weit aufgetan und gelechzt, denn ich habe verlangt nach deinen Geboten.

132 Wende dich zu mir und sei mir gnädig, nach dem Rechte derer, O. wie es denen gebührt die deinen Namen lieben!

133 Befestige meine Schritte in deinem Worte, O. durch dein Wort und laß kein Unrecht mich beherrschen! Und.: über mich herrschen

134 Erlöse mich von der Bedrückung des Menschen, und ich will deine Vorschriften beobachten.

135 Laß dein Angesicht leuchten über deinen Knecht, und lehre mich deine Satzungen!

136 Wasserbäche fließen herab aus meinen Augen, weil sie dein Gesetz nicht halten.

137 Gerecht bist du, Jahwe, und gerade sind deine Gerichte. O. Urteile, Rechte

138 Du hast in Gerechtigkeit deine Zeugnisse geboten und in Treue gar sehr.

139 Verzehrt hat mich mein Eifer, denn meine Bedränger haben deine Worte vergessen.

140 Wohlgeläutert ist dein Wort, und dein Knecht hat es lieb.

141 Gering bin ich und verachtet; deine Vorschriften habe ich nicht vergessen.

142 Deine Gerechtigkeit ist eine ewige Gerechtigkeit, und dein Gesetz ist Wahrheit.

143 Angst und Bedrängnis haben mich erreicht; deine Gebote sind meine Wonne.

144 Gerechtigkeit sind deine Zeugnisse ewiglich; gib mir Einsicht, so werde ich leben.

145 Von ganzem Herzen habe ich gerufen; erhöre mich, Jahwe! Ich will deine Satzungen beobachten.

146 Zu dir habe ich gerufen, rette mich! Und ich will deine Zeugnisse bewahren.

147 Der Morgendämmerung bin ich zuvorgekommen und habe geschrieen; auf dein Wort habe ich geharrt.

148 Meine Augen sind den Nachtwachen zuvorgekommen, um zu sinnen über dein Wort.

149 Höre meine Stimme nach deiner Güte; Jahwe, belebe mich nach deinen Rechten!

150 Es haben sich genaht, die bösen Plänen O. Schandbarem nachjagen; fern sind sie von deinem Gesetz.

151 Du bist nahe, Jahwe; und alle deine Gebote sind Wahrheit.

152 Von alters her habe ich aus deinen Zeugnissen gewußt, daß du sie gegründet hast auf ewig.

153 Sieh an mein Elend und befreie mich! Denn dein Gesetz habe ich nicht vergessen.

154 Führe meinen Rechtsstreit und erlöse mich! Belebe mich nach deiner Zusage!

155 Fern ist von den Gesetzlosen Rettung, denn nach deinen Satzungen trachten sie nicht.

156 Deiner Erbarmungen sind viele, Jahwe; belebe mich nach deinen Rechten!

157 Viele sind meiner Verfolger und meiner Bedränger; von deinen Zeugnissen bin ich nicht abgewichen.

158 Die Treulosen habe ich gesehen, und es ekelte mich an, weil sie dein Wort nicht bewahrten.

159 Sieh, daß ich deine Vorschriften lieb habe; nach deiner Güte, Jahwe, belebe mich!

160 Die Summe deines Wortes ist Wahrheit, und alles Recht O. jede Entscheidung, Verordnung deiner Gerechtigkeit währt ewiglich.

161 Fürsten haben mich verfolgt ohne Ursache; aber vor deinem Worte hat mein Herz sich gefürchtet.

162 Ich freue mich über dein Wort wie einer, der große Beute findet.

163 Lüge O. Falschheit hasse und verabscheue ich; ich liebe dein Gesetz.

164 Siebenmal des Tages lobe ich dich um der Rechte deiner Gerechtigkeit willen.

165 Große Wohlfahrt O. Großen Frieden haben die, die dein Gesetz lieben, und kein Fallen gibt es für sie.

166 Ich habe auf deine Rettung gewartet, O. gehofft Jahwe; und deine Gebote habe ich getan.

167 Meine Seele hat deine Zeugnisse bewahrt, und ich liebe sie sehr.

168 Deine Vorschriften und deine Zeugnisse habe ich bewahrt, denn alle meine Wege sind vor dir.

169 Laß mein Schreien nahe vor dich kommen, Jahwe; gib mir Einsicht nach deinem Worte!

170 Laß vor dich kommen mein Flehen; errette mich nach deiner Zusage!

171 Meine Lippen sollen dein Lob hervorströmen lassen, wenn du mich gelehrt hast O. weil du mich lehrst deine Satzungen.

172 Meine Zunge soll laut reden von deinem Worte, Eig. dein Wort anheben, anstimmen denn alle deine Gebote sind Gerechtigkeit.

173 Laß deine Hand mir zu Hilfe kommen! Denn ich habe deine Vorschriften erwählt.

174 Ich sehne mich nach deiner Rettung, Jahwe; und dein Gesetz ist meine Wonne.

175 Laß meine Seele leben, und sie wird dich loben; O. daß sie dich lobe und deine Rechte mögen mir helfen!

176 Ich bin umhergeirrt wie ein verlorenes Schaf; suche deinen Knecht! Denn ich habe deine Gebote nicht vergessen.