16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
8 Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;
9 Esperamos tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo.
1 ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
4 Porque en mis ojos fuiste de grande estima, fuiste honorable, y yo te amé: daré pues hombres por ti, y naciones por tu alma.
3 Porque este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son penosos.
3 Jehová se manifestó á mí ya mucho tiempo há, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia.
17 Yo amo á los que me aman; Y me hallan los que madrugando me buscan.
7 Carísimos, amémonos unos á otros; porque el amor es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce á Dios.
8 El que no ama, no conoce á Dios; porque Dios es amor.
10 Extiende tu misericordia á los que te conocen, Y tu justicia á los rectos de corazón.
4 La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió á su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado á Dios, sino que él nos amó á nosotros, y ha enviado á su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos á otros.
3 Porque mejor es tu misericordia que la vida: Mis labios te alabarán.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.
1 MIRAD cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él.
8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
4 Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó,
5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos;
17 Jehová en medio de ti, poderoso, él salvará; gozaráse sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar.
5 Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo.
38 Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él.
19 Nosotros le amamos á él, porque él nos amó primero.
7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
8 Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.
14 La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén. Epístola á los Corintios fué enviada de Filipos de Macedonia con Tito y Lucas.