4 Gozaos en el Señor siempre: otra vez digo: Que os gocéis.
13 Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.
15 No fué encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fuí formado, Y compaginado en lo más bajo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
17 Así que cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! Cuán multiplicadas son sus cuentas!
12 Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.
9 Empero tú eres el que me sacó del vientre, El que me haces esperar desde que estaba á los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
27 Por este niño oraba, y Jehová me dió lo que le pedí.
24 Este es el día que hizo Jehová Nos gozaremos y alegraremos en él.
40 Y el niño crecía, y fortalecíase, y se henchía de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.
3 Porque yo fuí hijo de mi padre, Delicado y único delante de mi madre.
4 Y él me enseñaba, y me decía: Mantenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás:
4 Una cosa he demandado á Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
6 Por ti he sido sustentado desde el vientre: De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste: De ti será siempre mi alabanza.