1 Cántico gradual. ALZARÉ mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro.
2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
17 Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti:
2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
9 Ay del que pleitea con su Hacedor! el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces; ó tu obra: No tiene manos?
10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.
6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.
6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el espíritu de su boca.
24 Este es el día que hizo Jehová Nos gozaremos y alegraremos en él.
18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él.
27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió.
19 Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.
4 Porque toda casa es edificada de alguno: mas el que crió todas las cosas es Dios.
8 Nuestro socorro es en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.
18 El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
3 Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho.
6 El edificó en el cielo sus gradas, y ha establecido su expansión sobre la tierra: él llama las aguas de la mar, y sobre la haz de la tierra las derrama: Jehová es su nombre.
36 Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén.
13 Porque tú poseiste mis riñones; Cubrísteme en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho.
1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios del siglo es Jehová, el cual crió los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también.
13 Y oí á toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos están, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables:
26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.