5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque hacerse han alas, Como alas de águila, y volarán al cielo.
15 Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
9 Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición y muerte.
14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer de nuestra voluntad cosas semejantes? porque todo es tuyo, y lo recibido de tu mano te damos.
4 No trabajes por ser rico; Pon coto á tu prudencia.
10 El que ama el dinero, no se hartará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu señor.
16 Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata.
4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira: Mas la justicia librará de muerte.
16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación.
7 Pagad á todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que pecho, pecho; al que temor, temor; al que honra, honra.
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:
6 Porque por esto pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven á esto mismo.
22 Contentamiento es á los hombres hacer misericordia: Pero mejor es el pobre que el mentiroso.
9 Honra á Jehová de tu sustancia, Y de las primicias de todos tus frutos;
16 Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados: Mas el que sostiene á los justos es Jehová.
8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan que he menester;
11 Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, Y como un muro alto en su imaginación.
22 La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.
1 DE más estima es la buena fama que las muchas riquezas; Y la buena gracia más que la plata y el oro.
5 Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
2 Los tesoros de maldad no serán de provecho: Mas la justicia libra de muerte.
14 Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.
11 Disminuiránse las riquezas de vanidad: Empero multiplicará el que allega con su mano.