Esperança

23 Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió:

13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

23 Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió:

1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

25 Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos.

10 Que por esto aun trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

1 EL espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado á predicar buenas nuevas á los abatidos, á vendar á los quebrantados de corazón, á publicar libertad á los cautivos, y á los presos abertura de la cárcel;

27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria:

24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento.

5 Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza es en Jehová su Dios:

2 Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.

3 Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.

24 Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿á qué esperarlo?

25 Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos.

15 Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:

24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento.

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.

4 Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación:

15 Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:

5 Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.

31 Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.

24 Mi parte es Jehová, dijo mi alma; por tanto en él esperaré.

81 KAF. Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra.

7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.

3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré á ti, y esperaré.

22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Como esperamos en ti.

7 Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma.

8 Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.

3 Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

4 Y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

18 Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

3 Sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo:

5 Alma mía, en Dios solamente reposa; Porque de él es mi esperanza.

1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:

2 Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Como esperamos en ti.

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te conturbas en mí? Espera á Dios; porque aun le tengo de alabar; Es él salvamento delante de mí, y el Dios mío.

4 Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,

5 A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:

5 Encamíname en tu verdad, y enséñame; Porque tú eres el Dios de mi salud: En ti he esperado todo el día.

28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

12 La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón: Mas árbol de vida es el deseo cumplido.

13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.

17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:

12 Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

5 Esperé yo á Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.

7 Yo empero á Jehová esperaré, esperaré al Dios de mi salud: el Dios mío me oirá.

5 Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.

3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,

12 Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

20 Nuestra alma esperó á Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.

5 Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar.

17 Vanidad es el caballo para salvarse: Por la grandeza de su fuerza no librará.

18 He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia;

19 Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en el hambre.

16 Quien sólo tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; á quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver: al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.

18 Porque no para siempre será olvidado el pobre; Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

12 La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón: Mas árbol de vida es el deseo cumplido.

7 Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.