26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.

3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.

23 Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible.

16 Que os dé, conforme á las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espíritu.

17 Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor,

2 Puestos los ojos en al autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse á la diestra del trono de Dios.

11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir simiente; y parió aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.

13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel: no se puede negar á sí mismo.

38 Ahora el justo vivirá por fe; Mas si se retirare, no agradará á mi alma.

4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.

35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

10 Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud.

17 Porque en él la justicia de Dios se descubre de fe en fe; como está escrito: Mas el justo vivirá por la fe.

30 Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.

11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.

24 Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

36 El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.

15 He aquí, aunque me matare, en él esperaré; Empero defenderé delante de él mis caminos.

6 Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia.

6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

7 (Porque por fe andamos, no por vista;)

1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

16 Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

23 Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo es posible.

4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.

8 Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:

9 No por obras, para que nadie se gloríe.

40 Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios?

13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

25 Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

5 Porque nosotros por el Espíritu esperamos la esperanza de la justicia por la fe.

37 Porque ninguna cosa es imposible para Dios.

6 En lo cual vosotros os alegráis, estando al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, si es necesario,

7 Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado:

8 Al cual, no habiendo visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado;

9 Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.

20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

9 Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.

17 Luego la fe es por el oir; y el oir por la palabra de Dios.

11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.

7 En ello, hermanos, recibimos consolación de vosotros en toda nuestra necesidad y aflicción por causa de vuestra fe:

22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

5 Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios.

22 Y respondiendo Jesús, les dice: Tened fe en Dios.

7 (Porque por fe andamos, no por vista;)

6 Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra.

13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.

6 Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra.

7 No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.

8 El hombre de doblado ánimo es inconstante en todos sus caminos.

20 Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis á este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible.

2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo caridad, nada soy.

8 Al cual, no habiendo visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado;

9 Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas.

5 Mas al que no obra, pero cree en aquél que justifica al impío, la fe le es contada por justicia.

52 Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego cobró la vista, y seguía á Jesús en el camino.

6 Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

29 Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme á vuestra fe os sea hecho.

1 ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.

2 Y he aquí le trajeron un paralítico, echado en una cama: y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Confía, hijo; tus pecados te son perdonados.

6 Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

20 Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis á este monte: Pásate de aquí allá: y se pasará: y nada os será imposible.

23 Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado.

3 Sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo:

9 Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo.

26 Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

27 Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos.

28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; sea hecho contigo como quieres. Y fué sana su hija desde aquella hora.

21 Y respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera: mas si á este monte dijereis: Quítate y échate en la mar, será hecho.

17 Luego la fe es por el oir; y el oir por la palabra de Dios.

15 Porque así dijo el Señor Jehová, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,

1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:

2 Para la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,

16 Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

1 RECIBID al flaco en la fe, pero no para contiendas de disputas.