Língua
7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma y es domada de la naturaleza humana:
8 Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal.
15 Con larga paciencia se aplaca el príncipe; Y la lengua blanda quebranta los huesos.
3 Destruirá Jehová todos los labios lisonjeros, La lengua que habla grandezas,
4 Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor?
1 Al Músico principal, á Jeduthún: Salmo de David. YO DIJE: Atenderé á mis caminos, Para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío fuere contra mí.
9 Por lo cual Dios también le ensalzó á lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre;
10 Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra;
11 Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, á la gloria de Dios Padre.
1 SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe.
2 Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.
36 Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
21 La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.
9 Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
28 Y mi lengua hablará de tu justicia, Y de tu loor todo el día.
19 El labio de verdad permanecerá para siempre: Mas la lengua de mentira por un momento.
12 ¿Quién es el hombre que desea vida, Que codicia días para ver bien?
13 Guarda tu lengua de mal, Y tus labios de hablar engaño.
18 Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.
9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios.
10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
11 ¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
12 Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, ó la vid higos? Así ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce.
4 Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
28 Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido.
26 Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana.
2 Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, De la lengua fraudulenta.
30 La boca del justo hablara sabiduría; Y su lengua proferirá juicio.
31 La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto sus pasos no vacilarán.
19 En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente.
3 He aquí nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
4 Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna.
5 Así también, la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego cuán grande bosque enciende!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un lenguaje: y han comenzado á obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensando hacer.
7 Ahora pues, descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por esto fué llamado el nombre de ella Babel, porque allí confudió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.