Mente
37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente.
13 ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
17 Hierro con hierro se aguza; Y el hombre aguza el rostro de su amigo.
18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.
15 Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios;
16 Redimiendo el tiempo, porque los días son malos.
2 Porque no me propuse saber algo entre vosotros, sino á Jesucristo, y á éste crucificado.
13 Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia:
8 El que posee entendimiento, ama su alma: El que guarda la inteligencia, hallará el bien.
3 Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables:
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé á un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña;
28 Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido.
5 El necio menosprecia el consejo de su padre: Mas el que guarda la corrección, vendrá á ser cuerdo.
12 El avisado ve el mal, y escóndese, Mas los simples pasan, y llevan el daño.