16 Unánimes entre vosotros: no altivos, mas acomodándoos á los humildes. No seáis sabios en vuestra opinión.
3 No multipliquéis hablando grandezas, altanerías; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y á él toca el pesar las acciones.
2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra: Mas con los humildes es la sabiduría.
2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra: Mas con los humildes es la sabiduría.
10 Ciertamente la soberbia parirá contienda: Mas con los avisados es la sabiduría.
17 Mas el que se gloría, gloríese en el Señor.
18 Porque no el que se alaba á sí mismo, el tal es aprobado; mas aquel á quien Dios alaba.
13 El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, y el mal camino Y la boca perversa, aborrezco.
25 Jehová asolará la casa de los soberbios: Mas él afirmará el término de la viuda.
16 Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
7 Y Jehová respondió á Samuel: No mires á su parecer, ni á lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón.
37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y humillar puede á los que andan con soberbia.
11 Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
6 Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová: mas á aquél miraré que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla á mi palabra.
5 Abominación es á Jehová todo altivo de corazón: Aunque esté mano sobre mano, no será reputado inocente.
17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:
18 Antes del quebrantamiento es la soberbia; Y antes de la caída la altivez de espíritu.
28 Y lo vil del mundo y lo menos preciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es:
29 Para que ninguna carne se jacte en su presencia.
4 Riquezas, y honra, y vida, Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
11 Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe.
22 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
23 Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.
5 Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
6 Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo;
7 Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
20 Mas decía, que lo que del hombre sale, aquello contamina al hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
22 Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez.
23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
23 La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
23 La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
25 Hay camino que parece derecho al hombre, Mas su salida son caminos de muerte.
9 El hermano que es de baja suerte, gloríese en su alteza:
10 Mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba.
3 Nada hagáis por contienda ó por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos á los otros:
4 No mirando cada uno á lo suyo propio, sino cada cual también á lo de los otros.
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.
12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.
10 Humillaos delante del Señor, y él os ensalzará.
12 Así que, el que piensa estar firme, mire no caiga.