Paz
14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
11 Resta, hermanos, que tengáis gozo, seáis perfectos, tengáis consolación, sintáis una misma cosa, tengáis paz; y el Dios de paz y de caridad será con vosotros.
8 No conocieron camino de paz, ni hay derecho en sus caminos: sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.
33 Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.
15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes!
9 Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
3 Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
25 Y con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y con paz destruirá á muchos: y contra el príncipe de los príncipes se levantará; mas sin mano será quebrantado.
39 Y levantándose, increpó al viento, y dijo á la mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fué hecha grande bonanza.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros.
25 Destrucción viene; y buscarán la paz, y no la habrá.
8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado.
15 Pero si el infiel se aparta, apártese: que no es el hermano ó la hermana sujeto á servidumbre en semejante caso; antes á paz nos llamó Dios.
5 Mi pacto fué con él de vida y de paz, las cuales cosas yo le dí por el temor; porque me temió, y delante de mi nombre estuvo humillado.
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
36 Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, él se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz á vosotros.
8 Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.
15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, á la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
19 Así que, sigamos lo que hace á la paz, y á la edificación de los unos á los otros.
15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, á la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
5 En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo.
32 Mejor es el que tarde se aira que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.
22 Huye también los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón.
27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
3 Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella.
18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre.
21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
33 Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.
50 Buena es la sal; mas si la sal fuere desabrida, ¿con qué la adobaréis? Tened en vosotros mismos sal; y tened paz los unos con los otros.
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:
9 Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
7 A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
1 JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
17 Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá á vosotros.
27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
11 Jehová dará fortaleza á su pueblo: Jehová bendecirá á su pueblo en paz. Salmo de David.
3 Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado.
34 No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.
16 Los profetas de Israel que profetizan á Jerusalem, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice el Señor Jehová.
34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva: ve en paz, y queda sana de tu azote.
6 Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz:
6 Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz:
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz será con vosotros.
17 Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
7 Cuando los caminos del hombre son agradables á Jehová, Aun á sus enemigos pacificará con él.
4 Y salió otro caballo bermejo: y al que estaba sentado sobre él, fué dado poder de quitar la paz de la tierra, y que se maten unos á otros: y fuéle dada una grande espada.
6 Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con hacimiento de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús.
10 Porque El que quiere amar la vida, Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;
11 Apártase del mal, y haga bien; Busque la paz, y sígala.
7 Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice á Sión: Tu Dios reina!
15 Y tú vendrás á tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
22 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,
11 Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia á los que en él son ejercitados.
24 Jehová te bendiga, y te guarde:
25 Haga resplandecer Jehová su rostro sobre ti, y haya de ti misericordia:
26 Jehová alce á ti su rostro, y ponga en ti paz.
6 He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
3 Gracia y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
37 Considera al íntegro, y mira al justo: Que la postrimería de cada uno de ellos es paz.
11 Apártase del mal, y haga bien; Busque la paz, y sígala.
38 Diciendo: Bendito el rey que viene en el nombre del Señor: paz en el cielo, y gloria en lo altísimo!
79 Para dar luz á los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
20 Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.
13 Sufriéndoos los unos á los otros, y perdonándoos los unos á los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Crito os perdonó, así también hacedlo vosotros.
14 Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo, Paz, paz; y no hay paz.
20 Y el Dios de paz que sacó de los muertos á nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del testamento eterno,
13 Y todos tus hijos serán enseñados de Jehová; y multiplicará la paz de tus hijos.
14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
16 Y todos los que anduvieren conforme á esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios.
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios: Ensalzado he de ser entre las gentes, ensalzado seré en la tierra.
32 De otra manera, cuando aun el otro está lejos, le ruega por la paz, enviándo le embajada.
15 Y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz;
50 Y dijo á la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.
33 Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.
16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;
17 Y camino de paz no conocieron:
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
15 He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que pregona la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos: porque nunca más pasará por ti el malvado; pereció del todo.
3 Gracia sea á vosotros, y paz de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo,
14 Gloria en las alturas á Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.
14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:
2 Misericordia, y paz, y amor os sean multiplicados.
14 Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación;
15 Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,
7 Yo soy pacífico: Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
3 Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
18 Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres.
16 Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo.
3 Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado.
24 Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; presa, y despojos, y riquezas repartirá á sus soldados; y contra las fortalezas formará sus designios: y esto por tiempo.