2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo.
31 Y el segundo es semejante á él: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
10 Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal; previniéndoos con honra los unos á los otros;
9 Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.
17 Aprended á hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, oid en derecho al huérfano, amparad á la viuda.
12 Y á vosotros multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros;
1 PERMANEZCA el amor fraternal.
2 No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
2 Cada uno de nosotros agrade á su prójimo en bien, á edificación.
11 Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos á otros.
27 La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
14 Porque toda la ley en aquesta sola palabra se cumple: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.
10 Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.
24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
11 Por lo cual, consolaos los unos á los otros, y edificaos los unos á los otros, así como lo hacéis.
8 Y finalmente, sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
13 Así que, no juzguemos más los unos de los otros: antes bien juzgad de no poner tropiezo ó escándalo al hermano.
1 POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cuaquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas.
3 Nada hagáis por contienda ó por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos á los otros:
13 Sufriéndoos los unos á los otros, y perdonándoos los unos á los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Crito os perdonó, así también hacedlo vosotros.
5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo.
12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
10 La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimento de la ley es la caridad.
8 Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados.
14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente.