3 No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud.
4 Saldrá su espíritu, se volverá en su tierra; en aquel día perecerán todos sus pensamientos.
3 No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud.
4 Saldrá su espíritu, se volverá en su tierra; en aquel día perecerán todos sus pensamientos.