3 Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.
4 Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes a Jacob.
3 Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.
4 Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes a Jacob.