4 Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
16 Y Rut respondió: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque dondequiera que tú fueres, iré yo ; y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
17 Donde tú murieres, moriré yo , y allí seré sepultada; así me haga el SEÑOR, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.
1 Y así que él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán fue ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a su propia alma.
2 Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.
3 E hicieron alianza Jonatán y David, porque él le amaba como a su propia alma.
10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
10 amando la caridad de la hermandad los unos con los otros; previniéndoos con honra los unos a los otros;
24 El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.
20 El que anda con los sabios, sabio será; mas el que se allega a los locos, será destruido.
17 Hierro con hierro se aguza; y el hombre le da ánimo a su amigo.
11 Porque deseo veros, para repartir con vosotros algún don espiritual, para confirmaros;
12 para ser juntamente consolado con vosotros por la común fe, vuestra y mía.
9 El ungüento y el incienso alegran el corazón; así la dulzura del amigo con el consejo del alma.
33 No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter.
9 El que cubre la prevaricación, busca el amor; mas el que reitera el asunto, aparta los amigos.
28 El hombre perverso levanta contienda; y el chismoso aparta los príncipes.
7 Carísimos, amémonos unos a otros; porque la caridad es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
1 Y dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por causa de Jonatán?
13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su alma por sus amigos.
17 En todo tiempo ama el amigo; mas el hermano para la angustia es nacido.
5 Mejor es la reprensión manifiesta que el amor oculto.
6 Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del que aborrece.
9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
14 El atribulado es consolado de su compañero; pero se ha abandonado el temor del Omnipotente.
1 Canción de las gradas: de David. ¡Mirad cuán bueno y cuán suave es habitar los hermanos igualmente en uno!
6 el Dios que hace habitar en familia a los solos; que saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en sequedad.
12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.
24 No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos;
25 para que no aprendas sus veredas, y tomes lazo para tu alma.
11 Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su caridad es completada en nosotros;
13 Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su alma por sus amigos.
17 Hierro con hierro se aguza; y el hombre le da ánimo a su amigo.
3 E hicieron alianza Jonatán y David, porque él le amaba como a su propia alma.
9 El ungüento y el incienso alegran el corazón; así la dulzura del amigo con el consejo del alma.
10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
33 No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter.
17 En todo tiempo ama el amigo; mas el hermano para la angustia es nacido.
19 Honra al padre y a la madre. Y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
15 Ya no os diré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he dicho amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he hecho notorias.
10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
24 El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.
9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
1 Canción de las gradas: de David. ¡Mirad cuán bueno y cuán suave es habitar los hermanos igualmente en uno!
2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;
3 como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.
12 Este es mi mandamiento: Que os ameis los unos a los otros, como yo os he amado.
21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: Que el que ama a Dios, ame también a su Hermano.