24 el SEÑOR te bendiga, y te guarde;
25 el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 el SEÑOR alce a ti su rostro, y ponga en ti paz.
11 Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
3 Doy gracias a mi Dios en toda memoria de vosotros,
1 Salmo de Canción para el día del Sábado. Bueno es alabar al SEÑOR, y cantar salmos a tu Nombre, oh Altísimo;
2 anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches,
2 Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios:
13 Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque me formaste de una manera formidable y maravillosa; y ésto mi alma conoce en gran manera.
15 No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar uno de ellos.
17 Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!
7 Tú diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.
7 Toda tú eres hermosa, oh compañera mía y en ti no hay mancha.
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que seas sano, así como tu alma está en prosperidad.
13 Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque me formaste de una manera formidable y maravillosa; y ésto mi alma conoce en gran manera.
15 No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar uno de ellos.
4 Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
5 He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
6 Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.
7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del SEÑOR nuestro Dios tendremos memoria.
8 Ellos se arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.
6 Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste; de ti ha sido siempre mi alabanza.
4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en el Cristo Jesús;
4 que el SEÑOR vuestro Dios anda con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.
45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
25 Aín Fortaleza y gloria es su vestidura; y en el día postrero reirá.
26 Pe Abrió su boca con sabiduría; y la ley de misericordia está en su lengua.
31 Corona de honra es la vejez, si se hallará en el camino de justicia.
30 Sin Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada.
1 Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi roca, que enseña mis manos a la batalla, y mis dedos a la guerra.
2 Misericordia mía y mi castillo, altura mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que allana mi pueblo delante de mí.
3 Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal.
4 Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
5 Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
1 Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
10 Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
3 Yo, el SEÑOR, la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que el enemigo no la visite.
24 Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él.
14 Mas a Dios gracias; el cual hace que siempre triunfemos en el Cristo Jesús y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.
9 Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me haces esperar en ti desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
12 Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.