11 Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.
8 mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.
16 que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser corroborados con potencia en el hombre interior por su Espíritu.
9 Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele de corazón perfecto, y de ánimo voluntario; porque el SEÑOR escudriña los corazones de todos, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
6 Buscad al SEÑOR, mientras se halla; llamadle en tanto que está cercano.
1 Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.
8 Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en hombre.
9 Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en príncipes.
29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30 Los jóvenes se fatigan, y se cansan; los niños flaquean y caen;
31 pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
22 El que halló esposa halló el bien, y alcanzó la benevolencia del SEÑOR.
1 Fui buscado de los que no preguntaban por mí ; fui hallado de los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí.
12 El SEÑOR galardone tu obra, y tu remuneración sea llena por el SEÑOR Dios de Israel; que has venido para cubrirte debajo de sus alas.
13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.
1 Y vino el espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed;
2 y salió al encuentro a Asa, y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: El SEÑOR es con vosotros, si vosotros fueres con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
3 Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios, y sin sacerdote, y sin enseñador, y sin ley;
4 mas cuando con su tribulación se convirtieron al SEÑOR Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos.
5 En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba, ni para el que salía, sino muchas destrucciones sobre todos los habitadores de las tierras.
6 Y la una gente destruía a la otra, y una ciudad a otra; porque Dios los conturbó con todas calamidades.
7 Esforzaos pues vosotros, y no descoyunten vuestras manos; que salario hay para vuestra obra.
8 Y cuando oyó Asa las palabras y profecía de Obed profeta, fue confortado, y quitó las abominaciones de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de todas las ciudades que él había tomado en el monte de Efraín; y reparó el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico del SEÑOR.
9 E hizo juntar a todo Judá y Benjamín, y con ellos los extranjeros de Efraín, y de Manasés, y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que el SEÑOR su Dios era con él.
10 Congregaron, pues , en Jerusalén en el mes tercero, a los quince años del reino de Asa.
11 Y en aquel mismo día sacrificaron al SEÑOR, de los despojos que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
12 Y entraron en concierto de que buscarían al SEÑOR el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma;
13 y que cualquiera que no buscase al SEÑOR el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.
14 Y juraron al SEÑOR con gran voz y júbilo, a son de trompetas y de bocinas.
15 Del cual juramento todos los de Judá se alegraron; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban; y fue hallado de ellos; y les dio el SEÑOR reposo de todas partes.
16 Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso que no fuese reina, porque había hecho un ídolo en el bosque; y Asa deshizo su ídolo, y lo desmenuzó , y lo quemó en el arroyo de Cedrón.
17 Mas con todo eso los altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto mientras vivió.
18 Y metió en la Casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata y oro y vasos.
19 Y no hubo guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
29 Mas si desde allí buscares al SEÑOR tu Dios, lo hallarás; si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
4 Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
28 Se deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra.
10 Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos.
2 y salió al encuentro a Asa, y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: El SEÑOR es con vosotros, si vosotros fueres con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y os será abierto.
10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, es abierto.
4 Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.
29 ¿Por ventura mi palabra no es como el fuego, dice el SEÑOR, y como martillo que quebranta la piedra?
8 Mi corazón me ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh SEÑOR.
4 Pero así dijo el SEÑOR a la Casa de Israel: Buscadme, y vivid;
45 Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
14 Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así el SEÑOR Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís.
14 si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus caminos malos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú , oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.
10 Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.
7 Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
5 El recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salud.
6 Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)
6 Y el Espíritu del SEÑOR cayó sobre él, y lo despedazó como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no dio a entender a su padre ni a su madre lo que había hecho.
11 Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.
4 Pero así dijo el SEÑOR a la Casa de Israel: Buscadme, y vivid;
11 Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y tolerancia con gozo;
31 Mas procurad el Reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
6 Buscad al SEÑOR, mientras se halla; llamadle en tanto que está cercano.
4 Dálet Busqué al SEÑOR, y él me oyó; y me libró de todos mis temores.
10 Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú , oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.
10 Yod Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; pero los que buscan al SEÑOR, no tendrán falta de ningún bien.
14 tal será el conocimiento de la sabiduría a tu alma, si la hallares; y al fin tu esperanza no será cortada.
13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.
2 El SEÑOR miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, por ver si había algún entendido, que buscara a Dios.
28 Entonces clamó Sansón al SEÑOR, y dijo: Señor DIOS, acuérdate ahora de mí, y esfuérzame ahora solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos, por mis dos ojos.
4 Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él te dará las peticiones de tu corazón.
10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
1 Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y se os abrirá.
9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y os será abierto.