7 Yo empero al SEÑOR esperaré, esperaré al Dios de mi salud; el Dios mío me oirá.
25 Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo;
26 y después desde esta mi piel rota, y desde mi propia carne tengo que ver a Dios.
2 He aquí oh Dios, salud mía; me aseguraré, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH, el SEÑOR, el cual ha sido salud para mí.
8 Y el SEÑOR es el que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides.
18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
9 Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo el SEÑOR tu Dios soy contigo en donde quiera que fueres.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno ; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me confortarán.
76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.
4 Bienaventurados los que lloran (enlutados) , porque ellos recibirán consolación.
1 De David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?
6 De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre.
25 Tet : Bueno es el SEÑOR a los que en él esperan, al alma que le buscare.
50 Esta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó.