Coração

12 Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.

5 Fíate del SEÑOR de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.

24 Esforzaos y esfuércese vuestro corazón todos los que esperáis en el SEÑOR.

14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía, y redentor mío

1 Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde mis mandamientos;

2 porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.

3 Misericordia y verdad no te desamparen; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón;

4 y hallarás gracia y buena opinión en los ojos de Dios y de los hombres.

4 Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él te dará las peticiones de tu corazón.

19 Y les daré un corazón, y espíritu nuevo daré en sus entrañas; y quitaré el corazón de piedra de su carne, y les daré corazón de carne;

22 El corazón alegre hará bien como una medicina; mas el espíritu triste seca los huesos.

26 Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré corazón de carne.

7 Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.

30 El corazón apacible es vida a la carne; mas la envidia, pudrimiento de huesos.

3 El adorno de las cuales no sea exterior con peinado ostentoso, y atavío de oro, ni en compostura de ropas;

4 sino el adorno interior del corazón sea sin corrupción, y de espíritu agradable, y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.

9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

5 Solamente que con diligencia os guardéis haciendo el mandamiento y la ley, que Moisés siervo del SEÑOR os mandó: que améis al SEÑOR vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os alleguéis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.

7 Cada uno como propuso en su corazón (haga): no con tristeza, o por necesidad; porque Dios ama al dador alegre.

4 Te dé conforme a tu corazón, y cumpla todo tu consejo.

10 Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos.

13 para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante del Dios y Padre nuestro, para la venida del Señor nuestro Jesús, el Cristo, con todos sus santos.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.

2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.

21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.

23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.

8 no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,

17 Gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de doctrina a la cual sois entregados;

37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y de toda tu mente.

19 Como en agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al hombre.

8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el que habla locuras caerá.

23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate, y échate en el mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho.

9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

10 Yo soy el SEÑOR, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y de toda tu mente.

5 Fíate del SEÑOR de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.

6 Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.

7 Y el SEÑOR respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura, porque yo lo desecho; porque no es lo que el hombre ve. Porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas el SEÑOR ve el corazón.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.

7 Y el SEÑOR respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura, porque yo lo desecho; porque no es lo que el hombre ve. Porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas el SEÑOR ve el corazón.