9 Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo el SEÑOR tu Dios soy contigo en donde quiera que fueres.
29 Mas si desde allí buscares al SEÑOR tu Dios, lo hallarás; si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
19 Nosotros lo amamos a él, porque él primero nos amó.
16 Y nosotros hemos conocido y creído la caridad que Dios tiene en nosotros. Dios es caridad; y el que permanece en caridad, permanece en Dios, y Dios en él.
2 No hay santo como el SEÑOR; porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay Fuerte como el Dios nuestro.
3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; y por tu Nombre me guiarás, y me encaminarás.
4 Porque toda casa es edificada de alguno; y el que creó todas las cosas, es Dios.
3 El día temo, mas yo en ti confío.
4 Gozaos en el Señor siempre; otra vez digo: Que os gocéis.
13 Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.
7 No os engañéis, Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
1 Levántate, resplandece; que viene tu lumbre, y la gloria del SEÑOR ha nacido sobre ti.
17 El SEÑOR está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar.
13 Porque yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudaré.
10 Humillaos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará.
1 El SEÑOR, tú eres mi Dios; te alabaré, y ensalzaré tu nombre, porque has hecho maravillas, los consejos antiguos, la verdad firme.
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti ? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
22 Por tanto tú te has engrandecido, SEÑOR Dios; por cuanto no hay otro como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
35 Porque el que me hallare, hallará la vida; y alcanzará la voluntad del SEÑOR.
8 Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos; ni vuestros caminos, como mis caminos, dijo el SEÑOR.
2 Di al SEÑOR: Señor tú eres mi bien; no tengo otro bien fuera de ti.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios que no ha visto?
12 Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su caridad es completada en nosotros;
8 Chet Gustad, y ved que es bueno el SEÑOR; dichoso el hombre que confiará en él.