17 Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio; no en sabiduría de palabras, para que no sea hecha vana el madero del Cristo.
27 antes lo que es la locura del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo que es la flaqueza del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte;
28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios; y lo que no es, para deshacer lo que es,
29 para que ninguna carne se jacte en su presencia.
32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré a mí mismo.
4 Y ni mi palabra ni mi predicación fue en palabras persuasivas de humana sabiduría, sino en demostración del Espíritu y de potencia;