5 Así dijo el SEÑOR: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta del SEÑOR.
1 El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores;
1 Al anciano no riñas, sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
17 ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazón,
15 deshaciendo en su carne las enemistades, que eran la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán en alma viviente; el postrer Adán, en Espíritu vivificante.
46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
47 El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es el Señor, del cielo.
48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.
49 Y como trajimos la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
7 Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
8 El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.
24 Del SEÑOR son los pasos del hombre; ¿cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en toda serpiente que se anda arrastrando sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.
1 Del hombre son las preparaciones del corazón; mas del SEÑOR la respuesta de la lengua.
11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la tolerancia, la mansedumbre.
21 Pues que los caminos del hombre están ante los ojos del SEÑOR, ¡y él pesa todas sus veredas!
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño, mas cuando ya soy hombre hecho, quité lo que era de niño.
12 Por tanto, de la manera que el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres en aquel en quien todos pecaron.
6 Testificó sin embargo uno en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, que te acuerdas de él? ¿O el hijo del hombre, que lo visitas?
8 Y oyeron la voz del SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al aire del día; y se escondió el hombre y su mujer de delante del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto.
17 ¿Por ventura será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?
22 a que dejéis, en cuanto a la pasada manera de vivir; es a saber el viejo hombre que se corrompe conforme a los deseos del error;
23 y a renovaros en el espíritu de vuestro entendimiento,
24 y vestir el nuevo hombre que es creado conforme a Dios en justicia y en santidad de la verdad.