12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
8 Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;
9 porque aumento de gracia serán a tu cabeza, y protección a tu cuello.
10 Alef Mujer valiente, ¿quién la hallará? Porque su valor pasa largamente a la de piedras preciosas.
20 El hijo sabio alegra al padre; mas el hombre loco menosprecia a su madre.
1 Canción de las gradas. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR, que anda en sus caminos.
2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, dichoso tú, y tendrás bien.
3 He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, madruga a castigarlo.
4 La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sin razón, no se envanece;
5 no es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa mal;
6 no se recrea de la injusticia, mas se recrea de la verdad;
7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
6 Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
25 Aín Fortaleza y gloria es su vestidura; y en el día postrero reirá.
26 Pe Abrió su boca con sabiduría; y la ley de misericordia está en su lengua.
27 Tsade Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde.
28 Caf Se levantaron sus hijos, y la llamaron bienaventurada; y su marido también la alabó.
29 Res Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú las sobrepasas a todas.
30 Sin Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada.
1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo.
2 Honra a tu padre y a tu madre, (que es el primer mandamiento con promesa),
3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
13 Como el varón a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y sobre Jerusalén tomaréis consuelo.