Motivação

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred pues de tal manera que lo toméis.

25 Y todo aquel que lucha, en todo demuestra templanza; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, una incorruptible.

26 Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire;

27 antes sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; para que predicando a los otros, no me haga yo reprobado.

6 Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; que el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.

23 y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;

13 porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo con todas tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.

13 Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.

29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

30 Los jóvenes se fatigan, y se cansan; los niños flaquean y caen;

31 pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

13 Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago : olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

14 prosigo al blanco, al premio del soberano llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dijo el SEÑOR, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

1 Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta,

2 puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra de Dios.

3 Traed pues muchas veces a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando.

29 Vosotros, pues, no procuréis qué tengáis de comer, o qué tengáis de beber; ni andéis elevados.

30 Porque todas estas cosas buscan los gentiles del mundo; que vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas.

7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; pero a ti no llegará.

19 Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén.

10 Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

11 Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear.

12 Y a los tales denunciamos y rogamos en el Señor nuestro, Jesús, el Cristo, que, trabajando con silencio, coman su pan.

13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.

10 En gran manera me gozaré en el SEÑOR, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió de vestidos de salud, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia compuesta de sus joyas.