Obediência aos Pais
15 Y el que hiriere a su padre o a su madre, morirá.
15 La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho suelto avergonzará a su madre.
1 El hijo sabio toma el castigo del padre; mas el burlador no escucha la reprensión.
8 Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre;
9 porque aumento de gracia serán a tu cabeza, y protección a tu cuello.
17 El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos lo saquen del río, y lo devoren los hijos del águila.
18 Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no oyere la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les oyere;
19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán a los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar suyo;
20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no oye nuestra voz; es glotón y borracho.
21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá; así quitarás el mal de tu tierra; y todo Israel oirá, y temerá.
20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre;
21 átala siempre en tu corazón, enlázala a tu cuello.
22 Te guiará cuando anduvieres; cuando durmieres te guardará; hablará contigo cuando despertares.
23 Porque el mandamiento es candela, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones del castigo;
1 Oíd, hijos, el castigo del padre; y estad atentos para que sepáis inteligencia.
2 Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley.
3 Porque yo fui hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre.
4 Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
6 no la dejes, y ella te guardará; ámala, y te conservará.
16 Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo.
2 Honra a tu padre y a tu madre, (que es el primer mandamiento con promesa),
3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
4 Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldijere al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
4 Y si alguna viuda tuviere hijos, o nietos, aprendan primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres, porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.
6 Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.