27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
1 En el principio ya era la Palabra, y aquel que es la Palabra era con el Dios, y la Palabra era Dios.
16 Toda Escritura es inspirada divinamente y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,
17 para que el hombre de Dios sea perfecto, perfectamente equipado para toda buena obra.
45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí.
14 Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros; (y vimos su gloria,) gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña;
25 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y combatieron aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la peña.
24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a juicio, mas pasó de muerte a vida.
25 De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren vivirán.
4 Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde el monte de su santidad. (Selah.)
21 Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; para que no echéis a la mano derecha, y para que no echéis a la mano izquierda.
20 Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación;
21 porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.
17 Luego la fe es por el oír; y el oído, por la palabra del Cristo.
28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.
3 Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
3 Voz del SEÑOR sobre las aguas; el Dios de gloria hizo tronar; el SEÑOR sobre las muchas aguas.
4 Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.
5 Voz del SEÑOR que quebranta los cedros; y quebrantó el SEÑOR los cedros del Líbano.
24 y dijisteis: He aquí, el SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que el SEÑOR habla al hombre, y éste vive.
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.