11 Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y tolerancia con gozo;
17 Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi Nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 quitarán serpientes; y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
13 Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.
7 Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
20 Porque el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud.
12 Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas, y los tuétanos; y que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
8 mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.
10 Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.
19 He aquí os doy potestad de hollar sobre serpientes y sobre escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.
7 Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
39 Y levantándose, increpó al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fue hecha grande bonanza.
40 Y a ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
41 Y temieron con gran temor, y decían el uno al otro. ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?