6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
7 A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.
8 Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia: enojo e ira.
30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh Casa de Israel, dijo el Señor DIOS. Convertíos, y haced convertir de todas vuestras iniquidades; y no os será la iniquidad causa de ruina.
31 Echad de vosotros todas vuestras iniquidades con que te habéis rebelado, y haceos corazón nuevo y espíritu nuevo. ¿Y por qué moriréis, Casa de Israel?
32 Que no quiero la muerte del que muere, dijo el Señor DIOS, convertíos pues, y viviréis.
7 Porque el Señor DIOS me ayudará, por tanto no me avergoncé, por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.
17 El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
15 Y si mal os parece servir al SEÑOR, escogeos hoy a quién sirváis; o a los dioses a quien sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; que yo y mi casa serviremos al SEÑOR.
38 Y me serán ellos a mí por pueblo, y yo seré a ellos por Dios.
39 Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos.
7 Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
8 Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad los corazones.
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni hirviente. ¡Bien que fueses frío, o hirviente!
16 Mas porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca.
51 Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
22 Y Josué respondió al pueblo: Vosotros seréis testigos contra vosotros mismos , de que os habéis elegido al SEÑOR para servirle. Y ellos respondieron: Testigos seremos.
35 No perdáis pues esta vuestra confianza, que tiene grande remuneración de galardón;
36 porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
37 Porque aún, un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por la fe; mas el que se retirare, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.
38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Cristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
33 La suerte se echa en el regazo; mas del SEÑOR es el juicio de ella.
21 Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo del SEÑOR permanecerá.