18 A Dios nadie le vio jamás; el Unigénito hijo, que está en el seno del Padre, él nos lo declaró.
28 Y él estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos ; escogí antes estar a la puerta en la Casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.
5 Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
31 Pero por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los dejaste; porque eres Dios clemente y misericordioso.
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Cristo.
17 Pe Clamaron los justos , y el SEÑOR oyó, y los libró de todas sus angustias.
18 Tsade Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón; y a los molidos de espíritu salvará.
11 Resta, hermanos, que tengáis gozo, seáis perfectos, tengáis consolación, sintáis una misma cosa, tengáis paz; y el Dios de paz y de caridad sea con vosotros.
1 Y vino el espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed;
2 y salió al encuentro a Asa, y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: El SEÑOR es con vosotros, si vosotros fueres con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
3 Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios, y sin sacerdote, y sin enseñador, y sin ley;
4 mas cuando con su tribulación se convirtieron al SEÑOR Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos.
5 En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba, ni para el que salía, sino muchas destrucciones sobre todos los habitadores de las tierras.
6 Y la una gente destruía a la otra, y una ciudad a otra; porque Dios los conturbó con todas calamidades.
7 Esforzaos pues vosotros, y no descoyunten vuestras manos; que salario hay para vuestra obra.
8 Y cuando oyó Asa las palabras y profecía de Obed profeta, fue confortado, y quitó las abominaciones de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de todas las ciudades que él había tomado en el monte de Efraín; y reparó el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico del SEÑOR.
9 E hizo juntar a todo Judá y Benjamín, y con ellos los extranjeros de Efraín, y de Manasés, y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que el SEÑOR su Dios era con él.
10 Congregaron, pues , en Jerusalén en el mes tercero, a los quince años del reino de Asa.
11 Y en aquel mismo día sacrificaron al SEÑOR, de los despojos que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
12 Y entraron en concierto de que buscarían al SEÑOR el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma;
13 y que cualquiera que no buscase al SEÑOR el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.
14 Y juraron al SEÑOR con gran voz y júbilo, a son de trompetas y de bocinas.
15 Del cual juramento todos los de Judá se alegraron; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban; y fue hallado de ellos; y les dio el SEÑOR reposo de todas partes.
16 Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso que no fuese reina, porque había hecho un ídolo en el bosque; y Asa deshizo su ídolo, y lo desmenuzó , y lo quemó en el arroyo de Cedrón.
17 Mas con todo eso los altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto mientras vivió.
18 Y metió en la Casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata y oro y vasos.
19 Y no hubo guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.
9 y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
16 Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
13 en esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
57 Sea con nosotros el SEÑOR nuestro Dios, como fue con nuestros padres; y no nos desampare, ni nos deje;
4 Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
11 Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.
6 Buscad al SEÑOR, mientras se halla; llamadle en tanto que está cercano.
18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
11 Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
4 Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.