8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que andarás; sobre ti fijaré mis ojos.
28 Y ya sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, a los que conforme al Propósito son llamados (a ser santos).
10 Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueran mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
18 Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
12 Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.
5 Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan al SEÑOR, entienden todas las cosas.
12 En los viejos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia.
13 Con Dios está la sabiduría y la fortaleza; suyo es el consejo y la inteligencia.
1 Y respondió Job, y dijo:
2 Ciertamente yo conozco que es así; ¿y cómo se justificará el hombre con Dios?
3 Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.
4 El es sabio de corazón, y fuerte en fuerza, ¿quién se endureció contra él, y quedó en paz?
34 Así que, no os acongojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción.
5 y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;
6 porque el Señor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo.
33 El temor del SEÑOR es enseñanza de sabiduría; y delante de la honra está la humildad.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
2 Y reposará sobre él el Espíritu del SEÑOR, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo, y de fortaleza, Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR;
3 y le hará oler en el temor del SEÑOR. No juzgará según la vista de sus ojos; ni argüirá por lo que oyeren sus oídos.
27 al solo Dios sabio, sea gloria por Jesús, el Cristo, para siempre. Amén.
29 Aun hasta esto salió del SEÑOR de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.
8 El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el que habla locuras caerá.
8 Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma.
16 Y guiaré a los ciegos por camino, que nunca supieron, les haré pisar por las sendas que nunca conocieron; delante de ellos tornaré las tinieblas en luz, y los rodeos en llanura. Estas cosas les haré, y nunca los desampararé.
8 Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos; ni vuestros caminos, como mis caminos, dijo el SEÑOR.
30 Pe La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua proferirá juicio.
23 Mem Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre bueno , y él quiere su camino.
12 El que hace la tierra con su potencia, el que pone en orden el mundo con su saber, y extiende los cielos con su prudencia;
23 A ti, oh Dios de mis padres, confieso y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el negocio del rey.
20 Y Daniel habló, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglo hasta siglo; porque suya es la sabiduría y la fortaleza.
5 Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; y su entendimiento es infinito.
8 Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
11 Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
13 Bienaventurado el hombre que halló la sabiduría, y que saca a luz la inteligencia;
11 y el SEÑOR te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
28 ¿No has sabido? ¿No has oído que el Dios del siglo es el SEÑOR, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su entendimiento no hay quien lo alcance.
28 ¿No has sabido? ¿No has oído que el Dios del siglo es el SEÑOR, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su entendimiento no hay quien lo alcance.
1 No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día.
20 Escucha el consejo, y recibe el castigo, para que seas sabio en tu vejez.
20 Escucha el consejo, y recibe el castigo, para que seas sabio en tu vejez.
15 porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.
9 Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque seré a Israel por Padre, y Efraín será mi primogénito.
3 si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz;
5 entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.
35 Porque el que me hallare, hallará la vida; y alcanzará la voluntad del SEÑOR.
18 Nadie se engañe a sí mismo ; si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase loco, para ser de veras sabio.
18 Nadie se engañe a sí mismo ; si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase loco, para ser de veras sabio.
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.
2 Cuando vino la soberbia, vino también la deshonra; mas con los humildes es la sabiduría.
17 Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
17 Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
17 Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
12 Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la prudencia?
13 El hombre nunca supo su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes.
14 El abismo dice: No está en mí; y el mar dijo: Ni conmigo.
15 No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata.
16 No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro.
17 El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por vaso de oro fino.
18 De coral ni de perlas no se hará mención; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
19 No se igualará con ella esmeralda de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.
20 ¿De dónde pues vendrá la sabiduría? ¿Y dónde esta el lugar de la inteligencia?
21 Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.
22 El infierno y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos.
17 Y a estos cuatro muchachos les dio Dios conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencia; mas Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.
4 El Señor DIOS me dio lengua de sabios, para saber dar en su sazón palabra al cansado: despertará de mañana, de mañana me despertará mi oído, para que oiga, como los sabios.
1 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda; y confían en caballos; y en carros ponen su esperanza, porque son muchos; y en caballeros, porque son valientes; y no miraron al Santo de Israel, ni buscaron al SEÑOR!
2 Mas él también es sabio, para guiar el mal, ni hará mentirosas sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los obradores de iniquidad.
15 Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como locos, sino como sabios;
16 redimiendo el tiempo, porque los días son malos.
15 Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como locos, sino como sabios;
16 redimiendo el tiempo, porque los días son malos.
8 El que posee entendimiento, ama su alma; guarda la inteligencia, para hallar el bien.
5 Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;
10 Ciertamente la soberbia dará a luz contienda; mas con los avisados es la sabiduría.
23 y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;
24 estando ciertos que del Señor recibiréis el salario de herencia, porque al Señor Cristo servís.
42 La reina del austro se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.
19 El SEÑOR con sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia.
12 Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre ; mas la sabiduría excede en que da vida a sus poseedores.
8 Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pide de ti el SEÑOR: solamente hacer juicio recto , y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.
6 Porque el SEÑOR da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
6 Porque el SEÑOR da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
9 Tet Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
28 Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.
18 Los pensamientos con el consejo se ordenan; y con sabios consejos se hace la guerra.
15 El camino del loco es derecho en su opinión; mas el que escucha al consejo es sabio.
24 ¡Cuán muchas son tus obras, oh SEÑOR! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tu posesión.
4 Dálet Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.
5 He Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.
5 Fíate del SEÑOR de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
7 No seas sabio en tu propia opinión; teme al SEÑOR, y apártate del mal;
5 Andad en sabiduría para con los extraños, ganando la ocasión.
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
5 Andad en sabiduría para con los extraños, ganando la ocasión.
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
105 NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino.
105 NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino.
23 pero nosotros predicamos a Cristo colgado en el madero, que es a los judíos ciertamente tropezadero, y a los gentiles locura;
24 pero a los llamados, así judíos como griegos, Cristo es potencia de Dios, y sabiduría de Dios.
25 Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los hombres.
3 El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
6 Porque con sabios consejos harás la guerra; y la salud está en la multitud de consejeros.
2 No toma placer el loco en la inteligencia, sino en lo que descubre su corazón.
10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo con todas tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.
130 La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
16 Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata.
1 Esta tercera vez voy a vosotros. En la boca de dos o de tres testigos consistirá toda palabra.
14 y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y después se desvanece.
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni se sentó en silla de burladores;
2 antes en la ley del SEÑOR es su voluntad, y en su ley pensará de día y de noche.
11 Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
1 Del hombre son las preparaciones del corazón; mas del SEÑOR la respuesta de la lengua.
23 Conozco, oh SEÑOR, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
2 para que tomen consolación sus corazones, unidos en caridad, y en todas las riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio del Dios y Padre, y del Cristo;
3 en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
6 Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; para que no juzguéis en lugar de hombre, sino en lugar del SEÑOR, el cual está con vosotros en el negocio del juicio.
4 Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él te dará las peticiones de tu corazón.
26 Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que allegue y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
24 Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria.
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros,
21 a él sea gloria en la Iglesia por el Cristo Jesús, por todas las generaciones de los siglos de los siglos. Amén.
10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.
11 Por tu Nombre, oh SEÑOR me vivificarás; por tu justicia, sacarás mi alma de angustia.
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña;
29 El que tarde se aíra, es grande de entendimiento; mas el corto de espíritu engrandece la locura.
15 El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia.
13 ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
9 El corazón del hombre piensa su camino; mas el SEÑOR endereza sus pasos.
6 Pero hablamos sabiduría de Dios perfectísima; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen,
7 sino hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría ocultada; la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria;
22 Te guiará cuando anduvieres; cuando durmieres te guardará; hablará contigo cuando despertares.
7 El principio del conocimiento es el temor del SEÑOR; los locos despreciaron la sabiduría y el castigo.
24 No juzguéis según lo que parece, mas juzgad con justo juicio.
16 La palabra del Cristo habite en vosotros en abundancia en toda sabiduría, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor.