8 Chet Gustad, y ved que es bueno el SEÑOR; dichoso el hombre que confiará en él.
9 Tet Temed al SEÑOR, vosotros sus santos; porque no hay falta para los que le temen.
4 Riquezas, y honra, y vida, son la remuneración de la humildad y del temor del SEÑOR.
14 No maldigas al sordo, y delante del ciego no pongas tropiezo, mas tendrás temor de tu Dios. Yo soy el SEÑOR.
4 Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.
5 Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de ser matado, tiene potestad de echar en el quemadero; así os digo: a éste temed.
4 En pos del SEÑOR vuestro Dios andaréis, y a él temeréis, y guardaréis sus mandamientos, y escucharéis su voz, y a él serviréis, y a él os allegaréis.
27 El temor del SEÑOR aumentará los días; mas los años de los impíos serán acortados.
11 Caf Venid, hijos, oídme; el temor del SEÑOR os enseñaré.
12 Lámed ¿Quién es el hombre que desea vida, que codicia días para ver el bien?
13 Mem Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño.
14 Nun Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.
11 Servid al SEÑOR con temor; y alegraos con temblor.
6 Por misericordia y verdad será purgado el pecado; y con el temor del SEÑOR se aparta del mal.
10 Resh El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Sin buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra su voluntad; Tau su loor permanece para siempre.
33 El temor del SEÑOR es enseñanza de sabiduría; y delante de la honra está la humildad.
17 Y no engañe ninguno a su prójimo; mas tendrás temor de tu Dios; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
27 El temor del SEÑOR es manantial de vida, para ser apartado de los lazos de la muerte.
9 El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son verdad, todos justos.
10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.
11 Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón.
28 Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia.
14 Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios ; mas el que endurece su corazón, caerá en mal.
35 Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere a ti, tú lo recibirás; como peregrino y extranjero vivirá contigo.
36 No tomarás usura de él, ni aumento; mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.
10 El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; y la ciencia de lo santo es inteligencia.
7 Sea, pues, con vosotros el temor del SEÑOR; guardad y haced; porque acerca del SEÑOR nuestro Dios no hay iniquidad, ni acepción de personas, ni recibir cohecho.
6 Guardarás, pues, los mandamientos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.